MADRID, 2 Abr. (EDIZIONES) -
Asistir a conciertos es bueno para la salud, tiene efectos de bienestar personal más potentes que el yoga y aumenta la esperanza de vida en varios años.
Esas son algunas de las conclusiones del estudio conducido por el pabellón O2 de Londres con Patrick Fagan, conferencista de la Goldsmith University y experto en ciencia del comportamiento.
Según dicho estudio, veinte minutos en un concierto pueden llevar a "un aumento del 21 por ciento en la sensación de bienestar". Una cifra superior al yoga, que provoca una subida del 10 por ciento o incluso pasear a tu perro, que la incrementa un 7 por ciento.
"La investigación académica adicional vincula directamente los altos niveles de bienestar con un aumento de la vida útil de nueve años, que apunta a un vínculo directo entre asistir a conciertos y la longevidad", destaca el estudio.
Asimismo, en sus conclusiones se asegura que ir de concierto cada dos semanas puede aumentar hasta nueve años la esperanza de vida de un amante de la música en vivo, debido a las buenas sensaciones que genera la experiencia colectiva y artística.
Para llegar a estas conclusiones se realizaron pruebas psicométricas y de frecuencia cardíaca mientras los sujetos realizaban diferentes actividades. Al ver música en vivo, los sentimientos de autoestima y el hecho de estar cerca de los demás mejoraron en un 25 por ciento, mientras que la estimulación mental fue la más afectada con una mejora del 75 por ciento.
"Combinando todos nuestros hallazgos con la investigación del O2, llegamos a la prescripción de un concierto cada quince días podría allanar el camino para tener casi una década más de vida", sentencia Fagan.