MADRID, 5 Jul. (CulturaOcio) -
En una entrevista Sir Ian McKellen confesó que siempre le desagradó el traje de Magneto que tuvo que usar en las películas de X-Men. Al actor británico le parecía demasiado aburrida aquella indumentaria oscura con la que se le veía casi siempre en pantalla. La mayor decepción que se llevó fue el no poder parecerse al Magneto que había visto en los cómics.
Aunque, por la relevancia de Magneto, el ejemplo de McKellen pueda ser el más famoso, no es el único que no estaba conforme con su atuendo. Basta echar la vista atrás para comprobar que los vestuarios de los X-Men han dado para más de un caso de auténtico bochorno. Ejemplos no faltan, desde monos de moteros, pijamas de lencería fina o gladiadores que serían la vergüenza del mítico Máximo Décimo Meridio. ¿A quién hay que agradecer que Lobezno no se enfundara las mallas amarillas?
En cualquier caso, como son varias las películas de X-Men y en cada cual abunda lo estrambótico, qué mejor que organizar las indumentarias más feas de la saga de mutantes en el siguiente ránking. Desde la primera a la última generación, estos son los diez peores trajes de X-Men:
EMMA FROST
Pocos reconocen en este personaje a la sensual y sufrida Betty, esposa de Don Draper durante algunas temporadas de Mad Men. Y es nadie pareció preocuparse por el vestuario de la actriz January Jones en X-Men: Primera Generación. De nada se puede la culpar como actriz en su interpretación de Emma Frost. Demasiado hizo con tan pocos mimbres.
DIENTES DE SABLE
Se le presuponía mucho más a un personaje que el cine no ha tratado como merecería. Un chiste de sí mismo, más que el fiero asesino que podría hacer frente incluso a Lobezno, cualquiera con una lima y una máquina de afeitar acabaría con todo problema.
QUICKSILVER
Si querían un personaje extravagante, les bastaba con haber contratado a Evan Peters. No necesitaban más. Sin embargo, convirtieron a Quicksilver es una caricatura que ha degenerado la ya de por sí extraña moda de la década de 1970. Lo mezcla todo, desde una camiseta de Pink Floyd al tinte plateado del pelo, chaqueta del mismo color, gafas de aviador. Ni como estereotipo...
JUGGERNAUT
Pocos ¿actores? más capacitados que Vinnie Jones chutado de esteroides para dar vida al terrible Juggernaut. Eso debieron de pensar, al menos, los diseñadores de X-Men: La decisión final, pues unos tirantes de cuero cubriendo el velludo y musculoso cuerpo de Jones es todo cuanto caracteriza a Juggernaut. Aún más simple que el original del cómic.
SAMURAI DE PLATA
Un robot ensamblado con cuatro chapas plateadas. De los personajes con menos alma de X-Men Orígenes: Lobezno. O puede que no...
DEADPOOL
Diez años tendría que esperar Deadpool para que la gran pantalla le hiciera justicia de la mano de Ryan Reynolds. Porque lo que es la versión de X-Men Orígenes: Lobezno llega a resultar grotesca. Una boca cosida, catanas insertadas en los puños, líneas negras por el cuerpo que salían de ninguna parte...
MÍSTICA
Piel azul con el número justo de escamas para tapar las partes convenientes, ¿de verdad hay que creerse que esa es la forma original de Mística?
APOCALIPSIS
Las decisiones tomadas con respecto a Apocalipsis llevaron a renunciar a muchas características del original del cómic por otras que, visto lo visto, empeoraron el resultado. El cartón piedra se ve de lejos.
MAGNETO
¿Cómo no dar la razón al maestro? Sólo él podría hacer interesante, dotar de misterio y profundidad a un personaje vestido con un traje tan aburrido. El minimalismo de Magneto contrasta en cada plano con la variedad de registros de un Ian McKellen que a buen seguro se aprovechó de la ansiedad personal que le provocaba esa túnica negra.
HOMBRE DE HIELO
Pobre Bobby Drake. Todo un desperdicio en el cine, donde nunca destacó para nada. El vestuario no ayudó mucho, una mezcla de ropa de andar por casa con chaquetas horteras, pero queda la inquietante sospecha de que cualquier otro actor podría haber aportado mucho más en este papel.