MADRID, 24 Oct. (CulturaOcio) -
Alexander Payne, director de cintas como A propósito de Schmidt (2002), Entre copas (2004), Los descendientes (2011) o Nebraska (2013), se ha quejado públicamente de la duración excesiva de las películas. Y es que, el cineasta cree que "hoy en día hay demasiadas películas muy largas".
Fue durante una reciente entrevista con IndiWire durante su estancia en el Festival de Cine de Middleburg, al que acudió para promocionar su nuevo trabajo The Holdovers (Los que se quedan), un drama con pinceladas de comedia protagonizado por Paul Giamatti y que verá la luz el 27 de octubre. "Quieres que tu película sea lo más corta posible. En estos días hay demasiados filmes que son jodidamente largos", aseguró.
Y aunque no criticó a ningún título en particular, a nadie pasó desapercibido que estas declaraciones de Payne llegan en el año en el que uno de los grandes éxitos de taquilla, Oppenheimer de Christopher Nolan, alcanzó los 180 minutos y justo en el fin de semana del estreno de Los asesinos de la luna, el nuevo filme de Martin Scorsese protagonizado por Leonardo DiCaprio y Robert De Niro, que cuenta nada más y nada menos que con casi tres horas y media de metraje (206 minutos).
Una duración concreta a la que, sin citar en ningún momento ni a Scorsese ni a su película, si hizo mención específica en su posterior explicación. "Si tu filme dura tres horas y media, al menos deja que sea la versión más corta posible de una película de tres horas y media. Al igual que El Padrino Parte II o Los siete samuráis, son películas muy ajustadas, de tres horas y media, y se pasan volando. Por lo que no se puede hacer un juicio a la ligera sobre el metraje de una película", añadió Payne.
Es más, Scorsese ha cosechado elogios por parte del público y de la crítica con Los asesinos de la luna. Sin embargo, para otra parte de la audiencia, la cinta protagonizada por DiCaprio y De Niro podría haber ajustado más su extensa duración. Tanto es así, que, ante las severas críticas por sus 206 minutos de duración, el director de Taxi Driver o Los infiltrados salió a defender la extensión del metraje asegurando, que era necesario para su cinta.
Por su parte, Payne, admitió que, echando la vista atrás, considera que sus propias películas también podrían haber contado con menos metraje, salvo en el caso de Election (1999), su sátira sobre la política ambientada en las elecciones de un instituto que dura poco más de hora y media.