MADRID, 18 Nov. (CulturaOcio)
Shia Labeouf ha confesado lo que se le pasaba por la cabeza mientras veía sin descanso todas sus películas en el maratón All My Movies. Una experiencia que ha asegurado, ha sido muy reveladora.
El controvertido intérprete ha concedido una entrevista a NewHive, el sitio web donde se emitió en directo el maratón All My Movies. Labeouf ha desvelado que esta experiencia ha cambiado por completo la percepción de su existencia.
Una vez terminado el 'egomaratón', el actor ha confesado que se sintió bien consigo mismo: "Salí queriéndome a mí mismo. No de una forma grandiosa, 'eres jodidamente impresionante', más bien como 'eres parte de una comunidad. Eres parte de esta cosa humana. Estás en esta cosa humana'".
Labeouf continuó con unas reveladoras palabras en las que aseguraba que siempre se había sentido "como si fuera un animal y jugara al juego de los humanos". Algo que cambió tras estar encerrado tres días en el cine. "Después de esto, es la primera vez que me siento parte de esto, ha sido muy 'humanizador' para mí. Salí queriéndome a mí mismo. Y creo que no fui el único en sentirme así", afirmó.
DE EVEN STEVENS A TRANSFORMERS
Las caras de Shia Labeouf durante el 'egomaratón' de todas sus películas ya eran bastante reveladoras sobre la opinión que le merecen al actor los títulos en los que ha trabajado. Una con las que más disfrutó fue The Even Stevens Movie, la película que protagonizó en 2003 con 17 años.
El actor ha destacado que es una película "muy interesante sobre nuestra infancia". Una sensación que compartió con todos los asistentes: "Es mía y es vuestra. No era el único que sonreía. Si te fijas fotograma a fotograma, todo el mundo estaba sonriendo, recuerdo a Beans. Recuerdo esa estúpida canción. Todos estábamos buscando en nuestro anuario. Me sentía como en familia, estábamos sentados ahí como una clase de instituto".
Pero si The Even Stevens Movie fue la cara, la cruz tiene el nombre de Transformers. Lo peor para Labeouf comenzó tras ver Lawless. Fue entonces "cuando las películas empezaron a ser una mierda", algo que según Labeouf toda la sala sabía. "Era como un secreto compartido, estoy en el mismo barco que tú, soy un espectador y para mí también es duro de ver".
De hecho, el actor confiesa que dormía porque no le gustaban las películas: "Me fui a echar la siesta porque me odiaba a mí mismo, no porque estuviera cansado. Me estaba muriendo. Y nadie tuvo ningún problema con eso".
Pero el culmen del aburrimiento llegó con Transformers 2. El actor ha asegurado que "estaba entrando en crisis", al igual que el resto de espectadores. "Recuerdo justo antes de quedarme dormido que miré al tío que estaba a mi lado y se había dormido. Puedes ver en la pantalla a los dos dormidos. Y al tío detrás nuestro dormido", señaló el actor.