MADRID, 7 Oct. (CulturaOcio) -
Ya está aquí Blade Runner 2049. La esperada secuela de la cinta original llega protagonizada por Harrison Ford, Ryan Gosling... y Ana de Armas. La joven y talentosa intérprete aspira a ser "una de las grandes sorpresas de la cinta", en sus propias palabras.
"Mi personaje es una mujer fuerte y vulnerable al mismo tiempo", confiesa Ana de Armas en un encuentro con los medios de comunicación durante su visita a España, tierra en la que muchos le recuerdan por su papel en la serie El Internado. Una dualidad con la que debe lidiar para ayudar al agente K (Ryan Gosling): "Es su amante y única amiga, le empujará a acabar su misión encontrando las respuestas que busca".
Y para llevar a cabo su objetivo, K deberá enfrentarse a un nuevo modelo de replicantes. Aunque para Ana de Armas, los verdaderos enemigos somos nosotros: "El peligro somos nosotros, la tecnología es maravillosa y nos puede llevar muy lejos... si sabemos controlarla", aduce la intérprete cubana. De hecho reconoce que la línea que separa al humano del replicante es más borrosa que nunca: "Un replicante y un ser humano sólo se diferencian en su forma de llegar al mundo".
Para filmar Blade Runner 2049, la actriz oriunda de La Habana ha saltado hacia un futuro no muy lejano después de vivir los primeros años de su vida en un país estancado en el pasado: "Crecí en un mundo sin tecnología y rodar Blade Runner 2049 ha sido un gran aprendizaje", reconoce antes de definir el proceso de rodaje como "muy artesanal" gracias a que "Denis hace cine de autor".
"HARRISON Y RYAN SON DOS SERES HUMANOS INCREÍBLES"
Su participación en Blade Runner 2049 es un sueño hecho realidad y es que la actriz admite que "me llevó más de una semana acostumbrarme a tener a Ryan y Harrison delante". A pesar de esos nervios que la distinguen de ser un replicante, Ana no podía haber tenido una mejor experiencia en el rodaje: "Trabajar con ellos ha sido muy bonito por su talento, experiencia... y porque son dos seres humanos increíbles".
Finalmente, la intérprete cubana aconseja a los espectadores que vayan al cine con un buen paquete de pañuelos: "Vi la película sola y al terminar estuve 10 minutos llorando con una botella de agua y unos kleenex al lado", confiesa antes de definir la experiencia como "un poema de dos horas y media" y "algo mágico" en el que "un thriller de acción futurista se encuentra con el cine de Denis".