MADRID, 13 Jul. (CulturaOcio) -
Con el estreno de 'Annabelle vuelve a casa', la muñeca vuelve a infundir terror en las salas de medio mundo. Desde su aparición en 'Expediente Warren' en 2013, Annabelle ha demostrado ser un personaje tan aterrador, que ha logrado ser protagonista de su propia franquicia. En esta última entrega, la muñeca se reencuentra con el matrimonio de demonólogos, desatando todo su poder.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Y es que Annabelle aprovecha un momento de descuido para despertar a otros demonios que están en la sala de artefactos de los Warren. La muñeca libera los espíritus que están atrapados, de esta forma deja salir a los fantasmas del barquero, la novia, un yokai que está dentro de la armadura de un samurái, un espíritu que está dentro de un juego de mesa y un perro del infierno.
Al estar inspirados en las investigaciones del matrimonio, se supone que cada objeto y fantasma tiene que tener referencias "reales". Pero, ¿lo son todos? No hay que olvidar que se trata de una saga cinematográfica y no sería nada extraño que los guionistas se tomasen licencias creativas para hacer que la película sea más terroríficas. Por ello toca hacer un repaso a las historias, unas reales y otras no, de los objetos que aparecen en 'Annabelle vuelve a casa'.
EL VESTIDO DE NOVIA
En la película aparece un vestido de novia que, parece ser, provoca que cada mujer que se lo pone acabe asesinando a su prometido. Tony Spera, yerno del fallecido matrimonio Warren, confirmó a The Hollywood Reporter que, efectivamente, hay un vestido de novia en el Museo del ocultismo, pero que la historia que se narra en la cinta no está relacionada con dicha prenda. La historia del vestido puede estar inspirada en la leyenda urbana de la Dama de Blanco, que se aparece a conductores en la carrera de Easton, Connecticut.
LA MUÑECA ANNABELLE
La historia de Annabelle está representada con bastante precisión a lo que contó el matrimonio de Ed y Lorraine Warren. En la película se muestra que la muñeca fue recogida después de dos enfermeras comentasen que Annabelle realizaba actos violentos en su apartamento. La cinta también muestra los problemas que dio durante el trayecto en coche de los Warren a su casa. La gran diferencia es que, en la vida real, Annabelle tiene una apariencia mucho más afable que su siniestra contraparte cinematográfica.
LA PULSERA
En la película, Daniela, una amiga de Mary Ellen, la niñera que está al cuidado de Judy, la hija de los Warren, es la que desata el poder de Annabelle. La joven ve una pulsera con la que cree que puede comunicarse con su padre recientemente fallecido. Dicha pulsera no existe en la vida real, aunque los guionistas pueden haberse inspirado en las perlas de un collar que sí están en el Museo del ocultismo. Según narra Spera, las perlas estuvieron a punto de asfixiar a la mujer que se las puso.
EL TELEVISOR QUE MUESTRA EL FUTURO
En 'Annabelle vuelve a casa' aparece un televisor que es capaz de mostrar el futuro cuando se lo mira. Este objeto ha sido hecho para la película aunque está inspirado en un espejo que, supuestamente, invoca espíritus en el reflejo y que sí está en el Museo de los Warren. Acabó allí después de que su dueño, al verlo, acabase ingresando en una institución mental.
EL JUEGO DE MESA
Tanto el juego de mesa como la armadura del samurái han sido creados para la película, ya ninguno de estos objetos está en el Museo del ocultismo. La referencia del juego de mesa, Feely Meely, lo relaciona con el tablero de la Ouija, ya que en ambos casos se utilizan las manos, mientras que el traje del samurái es un guiño internacional.
LA PATA DEL HOMBRE LOBO
Evidentemente, la pata del hombre loco ha sido creada también para la película. Aunque también tiene base real, el caso de Bill Ramsey, un hombre que, antes de ser "exorcizado" por el matrimonio Warren, mordía y gruñía, comportándose como un hombre lobo. Es uno de los casos más populares de los demonólogos.
EL ÓRGANO
El órgano que toca Daniela en el Museo sí es uno de los objetos que está realmente en el Museo del ocultismo. El instrumento perteneció a Ed Warren, que lo obtuvo después de que las autoridades vaciasen una casa que estaba supuestamente embrujada y que era propiedad del reverendo Eliakim Phelps en Stratford.