MADRID, 6 Oct. (CulturaOcio) -
A pesar de que los fans llevan meses siguiendo el proceso de producción de Joker, así como el goteo constante de imágenes tras las cámaras y de material promocional, lo cierto es que no se ha filtrado ninguno de los datos más relevantes de la trama de la película, aquellos que podrían arruinar la experiencia de visionado y considerarse spoilers.
Ahora que la película se encuentran en los cines, algunos espectadores han acudido a las salas con el deseo de saciar su curiosidad y dejarse sorprender, sin embargo el filme presenta muchas más incógnitas que respuesta, algunas de ellas relacionadas con la presencia de Batman.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Durante la película se muestra como Bruce Wayne, quien en los cómics es el alter ego de Batman, es tan solo un niño, lo cual anularía la posibilidad de que en ese universo el Cruzado Enmascarado vigilara Gotham desde las azoteas... Aunque no del todo.
El film juega con el canon de Batman y con todo aquello que el espectador sabe o cree saber sobre los personajes. En ocasiones lo rodea, en otras se aproxima a él y en otras muchas parece transgredirlo haciendo que los fans más acérrimos del murciélago entren en shock.
Es el caso de la revelación que Arthur tiene al leer la carta que su madre quiere enviar a Thomas Wayne y en la que descubre que supuestamente es su hijo.
En ese instante, el espectador se plantea varias posibilidades. Por un lado, se podría estar especulando con que Joker y Batman sean la misma persona al ser hijo del multimillonario. Sin embargo, rápidamente se presenta la existencia de Bruce Wayne en este universo, lo cual no es menos perturbador, ya que podría significar que ambos rivales serían en realidad hermanos.
Aunque posteriormente se desmiente que exista un parentesco real entre ambos personajes, lo cierto es que sí existe cierto vínculo entre ellos, aunque sea metafórico.
En la noche en que tienen lugar los disturbios de Gotham tras la aparición de Joker en el late night de Murray, los padres de Bruce Wayne son asesinados en el Callejón del Crimen, encendiéndose así la chispa para que el joven multimillonario se convierta en Batman.
De igual modo que sin Thomas Wayne y sin que sus empleados agredieran a Arthur Fleck en el metro, Joker nunca habría existido, sin la aparición del Príncipe Payaso del Crímen, el matrimonio Wayne no habría fallecido y Batman nunca hubiera surgido de las sombras.
La película por tanto establece que sin los Wayne no habría Joker y que sin Fleck no habría Batman, por lo que ambos serían las dos caras de la misma moneda. La presencia del Payaso en el film es equivalente a la presencia del Murciélago.
En un plano más terrenal, la secuencia final del filme también está amparada en gran medida bajo la sombra de Batman. La escena final en la que Arthur está recluído en el manicomio, puede verse como su psiquiatra está notablemente avejentada, una decisión nada inocente.
El hecho de incluir un indicio de que ha pasado un largo periodo de tiempo desde los sucesos vistos en el resto de la película y esta escena es un catalizador para que los fans piensen en que el joven Bruce Wayne ha tenido el tiempo suficiente para convertirse en Batman y detener al payaso tras su fuga de Arkham.
De un modo u otro, la sombra del Caballero Oscuro es alargada y aunque en ningún momento lleguen a verse las orejas al murciélago, definitivamente Batman está en la película.
