MADRID, 6 Oct. (CulturaOcio) -
Aunque ya se ha confirmado por parte de Tod Philips que Joker no tendrá continuación y que nunca se verá al personaje interpretado por Joaquin Phoenix enfrentarse a Batman, lo cierto es que este encuentro ya podría haber sucedido y habría sido durante la propia película.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Del mismo modo y aunque se haya especificado que el filme tiene lugar en un universo propio al que no se volverá en ninguna otra producción, en realidad la película ya propone de por sí suficiente material con el crear un universo más complejo, al margen de que este sea explorado o no.
Estos son algunos de los elementos de la trama de Joker susceptibles de dar pie a una hipotética continuación y algunos de los caminos por los que esta podría derivar.
EL JOVEN BRUCE WAYNE
El primer y más obvio tema que deja abierto la película es qué ocurre con Bruce Wayne, el joven hijo del aspirante a alcalde Thomas Wayne, que según los cómics, al morir sus progenitores acaba convirtiéndose en Batman.
Una posible secuela podría ahondar en la transformación de ese niño en el Caballero Oscuro y en su relación con Joker, al cuál conoce durante un breve encuentro en el que Arthur Fleck acude a la Mansión Wayne para intentar contactar con quien cree que es su padre.
UN PROTO-JOKER
Algunos fans han barajado la teoría de que el Joker que aparece en la película pueda no ser el auténtico Príncipe del Crimen que todos conocemos, sino un psicópata que habría surgido años antes que el verdadero Joker y del que este habría copiado su apariencia y modus operandi.
Esta teoría se basa en dos elementos. El primero que la película está ambientada a comienzos de los 80 y no en la actualidad, lo que deja espacio temporal para que surjan posteriormente imitadores.
El segundo es que al final de la película puede verse como la aparición de Joker en el late night de Murray ha desencadenado que cientos de seguidores del payaso salgan a las calles a sembrar el caos. Uno de ellos, según esta teoría, sería posteriormente el verdadero Joker.
Aunque pueda sonar descabellado, lo cierto es que no sería la primera vez que se plantea algo similar.
En la serie Gotham, se mantuvo hasta el último momento la incertidumbre sobre quién sería realmente Joker. Se mostró cómo distintos personajes seguían modus operandis similares a los del Payaso e incluso finalmente quien parecía que sería el personaje definitivamente, Jerome Valeska, tampoco acabó siéndolo.
En los cómics también se ha flirteado con esta idea planteando que podrían existir varios Jokers a la vez siendo algunos de ellos desde simples criminales hasta robots o demonios.
LA VENGANZA DE LOS WAYNE
Una posible continuación propuesta por los fans contempla un enfrentamiento directo entre Bruce Wayne y Joker. Según esta teoría, el joven superviviente responsabilizaría al Payaso de la muerte de sus padres.
Al final de la película, justo después de que Joker asesine en directo a Murray, las calles de Gotham se ven sumidas en el caos absoluto. Es entonces cuando uno de los payasos, alentado por la figura del arlequín, decide asesinar a Thomas Wayne y su esposa.
No es la primera vez que se vincula a Joker con la muerte de estos personajes. En Batman (1989) de Tim Burton se llega a plantear que fue el propio Payaso, antes de convertirse, quien apretó el gatillo del arma que acabó con los progenitores del murciélago.
Del mismo modo, la idea de vengarse del asesino de sus padres, cuyo nombre es Joe Chill en los cómics, ha rondado la cabeza de Bruce Wayne en numerosas ocasiones. Una de las más recordadas es en Batman Begins cuando el joven heredero está a punto de asesinar de un disparo a Chill a la salida del juzgado, antes de que la mafia lo acabe haciendo por él.
EL FINAL
La ambigüedad del final de la película es una mina de posibilidades para una eventual continuación. ¿Lo narrado en la película ocurrió de verdad o tan solo es una alucinación de Arthur Fleck? ¿Qué partes de lo mostrado son auténticas y cuáles son tan solo un delirio?
Con un final tan abierto, sería sencillo seleccionar únicamente los momentos que encajen con una posible continuación, descartando a capricho del guionista lo que no le sirva a la hora de componer su historia y simplemente considerándolo parte del delirio.