MADRID, 13 Jul. (CulturaOcio) -
Spider-Man: Lejos de casa cierra, definitivamente, la Fase 3 del Universo Marvel. La nueva película del trepamuros, con dos de las grandes escenas post-créditos de la factoría Marvel, cuenta con un sorprendente final que, sin embargo, podría haber sido muy distinto.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
En Lejos de casa, Spider-Man tiene que lidiar con las muertes que dejó Endgame, en especial el sentido adiós a Tony Stark, mentor de Spidey. Ahí entra Quentin Beck, procedente de otro universo, que rápidamente se gana un hueco en el corazón de Peter Parker.
El personaje al que interpreta Jake Gyllenhaal desvela, a mitad de la película, que, en realidad, fue un inestable trabajador de Industrias Stark hasta que le despidieron. Desde entonces, se revela la verdadera naturaleza de Mysterio, un guiño a los cómics, pues el villano es un gran embustero en las grapas.
Pero, tal y como han revelado en una entrevista con el New York Times, los guionistas Chris McKenna y Erik Sommers plantearon que Mysterio fuera un villano desde el principio. "Hubo versiones de la historia en la que él estaba siempre por delante, como un villano que Peter y Nick perseguían por Europa", declaró McKenna.
"En esa versión, nos centramos en su background, en el porqué de lo que hacía Mysterio", algo que llevaba a "un tercer acto completamente diferente", según indicó el guionista. Su compañero, Sommers, comentó que, "debido a que Mysterio siempre coquetea con el engaño, la estructura de historia en la que su identidad era engañosa era la más adecuada".