MADRID, 30 Nov. (CulturaOcio) -
La crítica ha sido clara: Napoleón de Ridley Scott está llena de imprecisiones históricas. Desde una escena en la que Joaquin Phoenix dispara contra la Gran Pirámide de Giza hasta un momento en el que el ejército francés gana una batalla ahogando al enemigo bajo un lago helado, el largometraje se ha tomado numerosas licencias. Esa última escena es una recreación de la batalla de Austerlitz, que en realidad ocurrió de manera muy diferente a como se muestra en la cinta.
La verdadera batalla de Austerlitz era un plan arriesgado y audaz de Napoleón, e implicó derrotar no a uno, sino a dos emperadores. La gran táctica que utilizó Napoleón fue no ahogar a su enemigo, especialmente porque el lago helado era completamente visible ese día, sin ninguna capa de nieve.
En cambio, Napoleón engañó a su enemigo haciéndole creer que el ejército francés era más pequeño y estaba bastante débil en los días previos a la batalla. Es más, incluso fingió una retirada, abandonando el ventajoso terreno elevado, y deliberadamente debilitó su flanco derecho desplegando parte del ejército francés para atraer a los rusos y austriacos.
Cuando las fuerzas rusas mordieron el anzuelo y atacaron a los soldados de Napoleón en la parte sur, el flanco izquierdo del ejército napoleónico flanqueó a las fuerzas rusas, dividiéndolas en dos. Al mismo tiempo, llegaron rápidamente refuerzos para derrotar a los rusos. Mientras las fuerzas rusas huían alrededor y a través del lago, los artilleros de Napoleón abrieron fuego contra el hielo. Fue esto lo que creó el mito de que las fuerzas de Napoleón ahogaron a miles de rusos.
Sin embargo, según el libro Napoleon: A Life de Andrew Roberts, "las recientes excavaciones arrojaron solo una docena de cadáveres y un par de armas de fuego". La gran hazaña de Napoleón no fue atrapar a su enemigo en un lago helado. En cambio, derrotó a los ejércitos de dos naciones pese a que lo superaban en número.
LA VISIÓN DE RIDLEY SCOTT
Sería fácil criticar Napoleón por sus imprecisiones históricas, pero la verdad es que la mente de Napoleón para la logística y la organización no es muy cinematográfica. Además, la visión de un ejército cayendo al agua helada mientras se retiran y el agua fría y azul volviéndose roja con la sangre de los soldados, es infinitamente más efectiva en la gran pantalla.
Pese a que muchos han señalado su falta de ritmo, no se puede negar que Ridley Scott tiene un increíble sentido de la amplitud para las grandes escenas de batalla. El director, en colaboración con el director de fotografía Dariusz Wolski, consigue encontrar un equilibrio entre el romanticismo y la cruda realidad. Tanto Napoleón como El último duelo muestran la emoción del combate cinematográfico a este nivel.
Sin embargo, ambas películas también se centran en la horrible, desgarradora y retorcida realidad de la guerra. La primera vez que se ve a Napoleón cargando hacia la batalla, su caballo es atacado inmediatamente por una bala de cañón: la cámara se acerca al agujero ensangrentado y lleno de tripas en el pecho del caballo. Hacer que la batalla de Austerlitz se parezca más a la realidad podría ser más exacto históricamente, pero la realidad nunca podrá superar el logro visual de Scott.