MADRID, 16 May. (CulturaOcio) -
Gracias al MonsterVerse, y en concreto al reciente éxito de Godzilla vs. Kong, el reptil gigante más famoso de la historia vuelve a estar en boca de todos. Su choque contra la Octava Maravilla del Mundo ha vuelto a entusiasmar a los fans, del mismo modo que lo habría hecho la versión jamás realizada de Godzilla dirigida por Quentin Tarantino.
Godzilla se creó en 1953 como una representación del miedo y el trauma que sufrió Japón durante la guerra atómica, pero pronto se convirtió en un escaparate de monstruos gigantes y pelas brutales que conquistó al público de todo el mundo, incluido al director de Pulp Fiction y Érase una vez... en Hollywood, que en un momento dado presentó su propia versión del icónico titán.
No es ningún secreto que la filmografía de Tarantino está claramente influenciada por el cine asiático. El director nacido en Knoxville es un gran fan de las películas asiáticas, incluyendo las cintas de Godzilla del Toho Studios. Su intención era hacer un reboot del Rey de los Monstruos en el que se exploraría el calado que el reptil ha tenido en la cultura nipona a lo largo de las décadas.
"Toda la idea giraba en torno al papel de Godzilla en Tokyo", reveló Tarantino en una entrevista con Games Radar. "Donde siempre ha estado luchando con todos esos monstruos, salvando a la humanidad una y otra vez. ¿No convertiría eso a Godzilla en un Dios?".
"La humanidad viviría 'bajo las reglas de Godzilla'. Eso es lo que ocurre cuando un lagarto gigante gobierna tu mundo", agregó misterioso. Claramente, la idea de Tarantino estaba destinada a atraer a toda la masa de fans de las películas clásicas de Godzilla, creando una nueva franquicia que, desde luego, no estaría exenta de la icónica violencia del cineasta.
Sería muy interesante ver cómo Tarantino habría manejado las 'historias humanas' en su versión de Godzilla, un punto que ha sido criticado en la mayoría de adaptaciones, incluyendo Godzilla vs. Kong.
Por desgracia, el cineasta pronto abandonó la idea, y con el MonsterVerse en su máximo esplendor, parece poco probable que algún día haya una versión 'tarantiniana' del Rey de los Monstruos.