MADRID, 25 Jul. (CulturaOcio) -
El segundo capítulo de la séptima temporada de Juego de tronos ha dado mucho de sí, como parece que va a ser la tónica en el regreso del Invierno a Poniente. Desde reencuentros esperados hacía mucho tiempo a sangrientas batallas con trágicos desenlaces, pasando por cirugías de alto riesgo. Pero también, la nueva interpretación de una profecía de la que depende el destino de los Siete Reinos.
((ATENCIÓN: ESTÁ NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Al inicio del episodio Daenerys Targaryen mantiene un breve pero muy jugoso encuentro con la Sacerdotisa Roja de Asshai, Melisandre. Esta, tras ser desterrada por Jon Nieve del Norte, acude a Rocadragón para prestar sus servicios a la Madre de Dragones. Tras una protocolaria presentación, la charla derivó en lo que más le gusta a Melisandre: la profecía sobre Azor Ahai, es decir, El príncipe que fue prometido.
Tras fracasar con Stannis Baratheon, que nunca se acercó ni de lejos a la reencarnación del legendario héroe Azor Ahai, y ser rechazada por el nuevo Rey en el Norte, Melisandre acude al único as que le queda bajo la manga: Daenerys. Sin embargo, la profecía que recita en alto valyrio tiene una interpretación muy claro en cuanto al género: "La Larga Noche está llegando. Sólo el príncipe prometido puede traer el amanecer".
La letra habla de un príncipe, no de una princesa prometida. Con mucho desagrado se lo hizo saber Daenerys a la Mujer Roja, pero entonces Missandei, la traductora de la reina, intervino en la conversación para romper la visión que teníamos hasta ahora de la serie. Porque, tal y como comenta la leal y sabia sirvienta de la Reina, 'príncipe' es una palabra que no tiene sexo en alto valyrio, utilizándose de la misma forma para hacer referencia a hombres o mujeres.
Sin embargo, Melisandre no se arrugó cuando Daenerys de la Tormenta le preguntó si la profecía se refería a ella. Pues, como bien indica la sacerdotisa, Jon Snow también tendrá un papel crucial en los próximos eventos.