MADRID, 16 Sep. (CulturaOcio) -
En 1989, Jack Nicholson ofreció una actuación memorable como el Joker en Batman de Tim Burton que aún permanece grabada a fuego en la retina de millones de espectadores. Pero la historia estuvo a punto de ser muy distinta, ya que el director quería que otra gran estrella fuera la que encarnara a la némesis de Bruce Wayne en la película, Robin Williams.
Para muchos, la visión que Burton le dio en la gran pantalla al caballero oscuro es una obra maestra. El éxito de la cinta se debe en buena medida a su elenco principal: Michael Keaton poniendo rostro a Batman, Kim Basinguer en el papel de la intrépida fotógrafa Vicky Vale y Nicholson interpretando al gran villano de la función, el Joker.
Sin embargo, el ya por entonces reputado actor y protagonista de filmes como Alguien voló sobre el nido del cuco (1975) o El Resplandor (1980), estuvo a punto de no serlo. Tim Burton se encontraba en pleno proceso de preproducción de Batman y Warner Bros., tenía muy claro que quien interpretase en la película al Príncipe Payaso del Crimen debía ser una estrella de renombre para atraer al público y asegurar el éxito en taquilla.
En un principio, Nicholson no parecía tener interés alguno en interpretar al Joker en Batman. Ante el rechazo inicial del actor, el estudio centró su interés en un intérprete que sí quería encarnar al villano. Se trataba del mismísimo Robin Williams, que además de ser un fan confeso de los cómics, gozaba de gran fama y buena acogida en la gran pantalla sobre todo gracias a su protagónico en Good Morning, Vietnam (1987).
Según recoge la biografía del intérprete, escrita por el periodista del New York Times, Dave Itzkoff, Warner Bros., le ofreció ser el Joker, y Williams aceptó tras protagonizar El club de los poetas muertos. Pero todo quedó en agua de borrajas. La fama de la que gozaba Williams gracias a filmes como Popeye, de Robert Altman, su nominación al Oscar por Good Morning, Vietnam o la serie de Mork y Mindy, no fue suficiente para el estudio.
Es más, el actor siempre pensó que la oferta que le presentó Warner no fue más que una treta para que Nicholson aceptase al fin interpretar al Joker en Batman. "Respondí, pero me dijeron que había llegado demasiado tarde. Dijeron que fueron a ver a Jack durante el fin de semana porque no contesté lo bastante pronto. Les dije: 'Me habéis dado hasta el lunes, he contestado antes de tiempo'. Pero era solamente para sacar a Jack del apuro", relataba Williams.
Y si realmente fue una artimaña del estudio... funcionó. Y Nicholson se convirtió en la némesis de Keaton, haciendo del Joker una de las actuaciones más recordadas por los fans de Batman en la película de Burton.
Más tarde, Williams, tristemente fallecido en 2014, estuvo a punto de interpretar a otro de los grandes villanos del caballero oscuro en Batman Forever. Warner quiso que en 1995 el actor encarnase a Edward Nigma, alias El Acertijo, en la película de Joel Schumacher, pero finalmente el papel recayó sobre otro actor con gran vis cómica, Jim Carrey.