MADRID, 28 Abr. (CulturaOcio) -
El rodaje de Fast X está actualmente interrumpido tras el inesperado abandono de Justin Lin, director del filme hasta hace tan solo unos días. Mientras encuentran un sustituto para el cineasta, que seguirá como productor de la cinta, cada día que la filmación de la nueva entrega de la franquicia está parada cuesta la friolera de un millón de dólares.
Esa es la cifra aportada por Variety, que también informa que, mientras la unidad principal de la película se mantiene en pausa, la segunda unidad continuará con la producción en el Reino Unido, algo que podría costarle a Universal de 600.000 a un millón de dólares al día.
Gran parte de este coste vendría derivado de que algunas de las secuencias más potentes de la película ya estaban en marcha y estas grandes secuencias de acción son las que generan más costes por su retraso. Algo que, apunta la publicación, sugiere que Lin abandonó la dirección tan pronto como pudo para evitar mayores sobrecostes.
Una decisión, la de dejar la película pocos días después del inicio del rodaje, que tomó debido a diferencias creativas y que se produjo de forma amistosa por ambas partes.
El gran reto al que se enfrenta ahora mismo la décima entrega de la aclamada saga es el de terminar a tiempo el rodaje, ya que el estreno de Fast and Furious 10 está previsto para el 19 de mayo de 2023, y, al menos a día de hoy, la salida de Lin no ha supuesto un cambio en la fecha de lanzamiento.
También está la problemática con los actores, ya que Charlize Theron, así como las dos nuevas incorporaciones, Jason Momoa y Brie Larson, tienen otras producciones en su repleta agenda que les impediría retrasar mucho más la filmación de Fast X.
Aunque se produzcan estas pérdidas, la franquicia Fast and Furious ha recaudado más de 6.600 millones de dólares a nivel mundial, cifra que incluye el spin-off Hobbs & Shaw. La entrega más reciente, Fast and Furious 9, se estrenó en España en julio de 2021 y superó los 720 millones de dólares en taquilla.