MADRID, 26 Sep. (CulturaOcio) -
Los libros escritos por George R. R. R. Martin guardan incontables secretos, misterios y preguntas sin respuesta. No pocos de estos enigmas sin resolver son reflejados en las series basadas de su obra para deleite de sus fans que disfrutan elucubrando sus teorías. Es el caso del último episodio de La Casa del Dragón, donde se ha mencionado una gran revelación que arroja algo de luz uno de esos asuntos que el escritor nunca destapó.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
El misterio en cuestión atañe a Harrenhal, el castillo más grande de los Siete Reinos que tiene fama, además, de estar maldito. En los libros se menciona que, tras ser incendiado por los dragones de Aegon durante la conquista de Poniente para derrotar a su señor, Harren el Negro, que se negó rendirse ante Aegon y su dragon Balerion, las llamas volvieron a devorar la fortaleza años después.
Durante el terrible suceso, Lyonel Strong, señor de la Fortaleza Negra, y su hijo mayor, el valeroso Harwin Strong apodado Machacahuesos, perecieron, pero no se explicó explícitamente cómo ocurrió. Los lectores tenían para elegir varias teorías, unas apuntando a la reina Alicent, otros a Daemon Targaryen como estratagema para retomar la relación con su sobrina la princesa Rhaenyra, otros apuntaban al propio rey Viserys I Targaryen, cansado de las habladurías sobre la paternidad de sus nietos, y otras a su propia familia, concretamente al hermano de los dos fallecidos, Sir Larys Strong.
Ahora, gracias a La Casa del Dragón, el origen del incendio ha sido al fin desvelado. El responsable del desolador incidente ha sido, tal y como vaticinaban algunos fans, el perverso Larys Strong. Todo ocurre porque durante el episodio se expone abiertamente que Harwin Strong era el veradero el padre de los hijos de Rhaenyra, la futura reina casada con Laenor Valeryon.
El actual rey, su padre Viserys I, hace oídos sordos de estas acusaciones. Lo hace por amor a su hija pero, sobre todo, por el bien y la estabilidad del Trono de Hierro. Pero la reina Alicent está enfrentada a Rhaenyra porque considera que la corona debe recaer sobre su primer hijo, Aegon, por el hecho de ser varón. Por ello, cuando se entera del secreto de la princesa, de que Jacaerys, Lucerys y Joffrey Velaryon (que serán los siguientes en la línea de sucesión si Rhaenyra accede al trono) son en realidad bastardos, fruto del romance extramatrimonial con Harwin Strong, caballero y su escudo juramentado.
La reina comenta estas inquietudes a Sir Larys, uno de sus más fieles confidentes durante estos últimos años en la corte que, lejos de apoyar o justificar el asunto, para evitarle mayores consecuencias a su hermano, echa más leña el fuego. Literalmente.
De esta forma, el personaje interpretado por Matthew Needham decide tomar cartas en el asunto. Al final del sexto episodio de La Casa del Dragón, Sir Larys baja hasta la prisión de la Fortaleza Roja y libera a un grupo de malhechores a punto de ser ejecutados. "Estoy dispuesto a ofreceros clemencia si pagáis un pequeño precio", les dice Strong. Poco después, los condenados se dirigen de forma clandestina al castillo de Harrenhal y le prenden fuego.
Con este acto, la serie resuelve el misterio de Harrenhal, uno de los enclaves más peliagudos de los Siete Reinos. Además, gracias a su crueldad y falta de escrúpulos, Larys Strong no solo queda como única cabeza de su casa y señor de Harrenhal, sino que se gana aún más la confianza de Alicent, con dos asesinatos que la benefician, ya que además de privar a su gran enemiga Rhaneyra de su gran amor y protector, su padre ahora puede volver a ser la mano del rey tras la muerte del actual poseedor del título, Lyonel Strong.
