MADRID, 17 Sep. (CulturaOcio) -
Prácticamente desde que los dragones hicieran acto de aparición en las primeras temporadas de Juego de Tronos, internet ha mantenido un eterno debate sobre ellos. Pese a tratarse de un mundo de ficción y fantasía, muchos fans aseguraban que unos seres tan grandes no podrían volar por sí solos. Ahora, con La Casa del Dragón en emisión, el tema vuelve a estar sobre la mesa. Y la ciencia ha encontrado la respuesta.
La discusión acerca de si los dragones pueden o no volar se ha centrado siempre en el punto de que unas criaturas tan grandes y pesadas no podrían sostenerse en el aire. Pese a contar con una estructura física preparada para ello, su tamaño les impediría alzar el vuelo, ya que cualquier animal volador, ante todo, ha de ser muy ligero.
Ante tal disyuntiva, un científico ha querido comprobarlo con matemáticas. El ingeniero aeronáutico Guy Gratton publicó su estudio en The Conversation (Scientific American), revelando unos resultados sorprendentes. El ingeniero ha empleado para sus cálculos variables como la envergadura de las alas, el tamaño del cuerpo o la velocidad de los dragones.
Estos datos los consiguió a raíz de comparativas con el cuerpo de Daenerys en las escenas en las que está junto a Drogon, Rhaegal y Viserion. Asumió así que los dragones pesarían unos 2.500 kilos. También se basó en que la fuerza de la gravedad es la misma que en la Tierra.
¿UNA ATMÓSFERA DIFERENTE EN PONIENTE?
Con todo ello llegó a la conclusión de que sí, efectivamente, los dragones de Juegos de Tronos serían capaces de volar. Pero con un matiz muy importante. El estudio señala que, pese a que la mayoría de factores que se han utilizado son idénticos en Poniente y en el mundo real, la composición de la atmósfera no puede ser la misma.
En el universo de George R. R. R. Martin, la atmósfera debe ser más densa para que los dragones puedan surcar los cielos. Pero también señala que esto podría ser así sin ningún problema, argumentando de la siguiente manera: "Casi cualquiera puede coger una lanza o una espada y lanzarla a distancias que un lanzador olímpico de jabalina envidiaría profundamente. Dado que la gravedad parece ser más o menos similar a la nuestra, esto sugiere que las armas arrojadizas generan mucha más sustentación que en la Tierra, en consonancia con una atmósfera de mayor densidad".
Queda entonces resuelto el misterio de si los dragones de Juego de Tronos y La Casa del Dragón pueden o no volar. Si se compra la hipótesis de Gratton de que la atmósfera de Poniente es más densa que la real, efectivamente los enormes monstruos de los Targaryen podrían gobernar los Siete Reinos desde las alturas.