El cinematográfico origen de la Mafalda de Quino

Imagen de Mafalda y Fotograma de Dar la cara
Imagen de Mafalda y Fotograma de Dar la cara - EDITORIAL LUMEN/ PRODUCTORA AMÉRICA NUESTRA
Publicado: miércoles, 30 septiembre 2020 19:51

   MADRID, 30 Sep. (CulturaOcio) -

   Fue el 29 de septiembre de 1964, cuando Mafalda, el icónico personaje creado por el gran humorista gráfico argentino Quino, debutó en su tira cómica, publicada en la revista Primera Plana. Aunque la niña que deseaba un mundo mejor pero tenía un carácter nihilista es todo un icono del mundo de la novela gráfica, lo cierto es que su origen guarda una estrecha relación con el mundo cinematográfico.

   Los orígenes de Mafalda son curiosos, pues nació, inicialmente, como personaje de una tira publicitaria, para promocionar la marca de electrodomésticos Mansfield. Miguel Brascó, amigo de Quino y con quien ya había trabajado anteriormente, fue el que le sugirió que crease una historieta combinando la estética de 'Peanuts' con el tono de 'Blondie'.

   Mansfield solo impuso dos condiciones, que en las historietas apareciesen electrodomésticos de la marca y que los personajes tuviesen nombres que comenzasen con la letra M. Partiendo de este requisito, Quino tomó prestado el nombre de uno de los personajes de la película 'Dar la cara', dirigida por José A. Martínez Suárez en 1962.

DAR LA CARA, UN DRAMA SOCIAL

   Uno de los personajes, una adorable bebé, es la Mafalda que aparece la cinta. A Quino le pareció un nombre alegre y decidió que que la protagonista de la tira se llamase así.

   Aunque el proyecto fue rechazado por descubrirse que era publicidad encubierta, fue en 1964, cuando la revista Primera Plana publicó la historieta, esta vez sin motivos comerciales detrás. 'Mafalda' fue un éxito arrollador y el resto es historia más que conocida.

   Pero, ¿qué narra 'Dar la cara'? Rodada en blanco y negro, esta cinta dramática protagonizada por Leonardo Flavio, Luis Medina Castro, Pablo Moret y Nuria Torray narra cómo, al finalizar el servicio militar, tres jóvenes deciden tomar distintos caminos en sus vidas, uno se dedicará al cine, otro al ciclismo y otro a la política.

   El filme buscaba ser un retrato de la compleja sociedad argentina de 1958. Tal fue su reconocimiento, que tuvo una versión literaria, escrita por David Miñas, coguionista de la cinta.