MADRID, 31 May. (CulturaOcio) -
Clint Eastwood es, sin duda, uno de los actores más reconocibles de la historia. Su consolidación en el género western llegó con interpretaciones tan míticas como las de Blondie en La Trilogía del Dólar, El Predicador en El jinete pálido o Bill Munny en Sin perdón. Una carrera sin nada que envidiar, y a la que se podrían haber sumado otros dos icónicos papeles... Eso sí, del mundo de los superhéroes: ni más ni menos que Batman y Superman.
Tras interpretar al legendario inspector Harry Callaghan en Harry el Sucio (1971), a Eastwood le llegó la primera oportunidad de enrolarse en el mundo de DC Comics a finales de los 70. Eastwood confesó en una entrevista con Los Ángeles Times que fue seriamente valorado como héroe kryptoniano antes de que el papel fuese a parar a Christopher Reeve en 1978.
"Los responsables empezaron a pensar en hacerlo. Y yo estaba como: '¿Superman? Nah, nah, eso no es para mí'", explicó Eastwood para después concretar que "no es que haya nada malo en ello; es para alguien, pero no para mí. Siempre me han gustado personajes que se basan más en la realidad".
EL CABALLERO OSCURO
En el caso de Batman, la opción de que Eastwood se enfundase el traje de Hombre Murciélago llegó mediante un proyecto, finalmente fallido, que llegaron a sopesar los hermanos Albert y Allen Hughes, responsables de cintas como Desde el infierno (2001) y El libro de Eli (2010).
Todo sucedió antes de que Christopher Nolan pusiese en marcha la aclamada trilogía de El Caballero Oscuro. Los hermanos Hughes ahondaron entonces en la posibilidad de adaptar el cómic clásico de Frank Miller 'The Dark Knight Returns', esa versión en la que se ha inspirado, en cierta manera, el actual Batman de Ben Affleck, taciturno y entrado en años.
Por aquel entonces -en un abanico entre 2001, cuando los hermanos Hughes lanzaron Desde el infierno; y 2005, cuando Nolan estrenó Batman Begins-, Clint Eastwood superaba ya los 70 años. Quizá por eso, desajuste de edad, el proyecto fue descartado casi a las primeras de cambio por un alto ejecutivo de la productora.
Así, los espectadores se quedaron sin saber cómo hubiese lucido Eastwood en la piel del caballero oscuro. Lo cierto es que tras la estrepitosa Batman y Robin que en 1997 perpetró Joel Schumacher con George Clooney como protagonista, las adaptaciones cinematográficas de Batman se merecían un respiro. Y así fue hasta que Christian Bale tomó el relevo. Antes, eso sí, Harry el Sucio estuvo a punto de llegar a Gotham.