Coppola desconcierta en Cannes con Megalópolis: Una farsa "megaaburrida" o "épica" y "divertidísima"

Coppola desconcierta en Cannes con Megalópolis: Una farsa "megaaburrida" o "épica" y "divertidísima"
Coppola desconcierta en Cannes con Megalópolis: Una farsa "megaaburrida" o "épica" y "divertidísima" - AMERICAN ZOETROPE
Actualizado: viernes, 17 mayo 2024 12:59

   MADRID, 17 May. (CulturaOcio) -

   Megalopolis, el sueño de toda una vida de Francis Ford Coppola, ya se ha proyectado en su estreno en el Festival de Cannes. El filme era uno de los más esperados del certamen pues el director de El Padrino ha tardado cuarenta años en poder llevarlo a cabo, vendiendo incluso parte de su patrimonio para financiarlo. Y las primeras reacciones no se han hecho esperar.

   Curiosamente, hay cierta contradicción en la recepción del filme, ya que tras su proyección en el festival Coppola recibió una sonora y larga ovación de más de diez minutos de duración, pero luego las críticas han sido bastante duras con el más ambicioso proyecto del director de El Padrino y Apocalypse Now. Una mayoría la han tildado de desastre y aburrida, aunque algunos han celebrado la visión única de Coppola y su épica. En todo caso, el veredicto está lejos de ser unánime.

   "La primera hora es un desastre, un desastre entrañable pero aun así pobre. Luego llega la segunda hora y la compro totalmente. Muchas cosas no funcionan en el apasionante proyecto de Francis Ford Coppola, pero su lenguaje visual es nítido. Y hay una escena que involucra un micrófono que impacta", expone el crítico Robert Daniels, del The New York Times y de RogerEbert.com.

   "En abstracto, uno puede alegrarse un poco de que exista algo como esto y de que todos podamos ver qué fue lo que Coppola estuvo cocinando durante décadas. El problema es que, en su ejecución, es una 'fábula' serpenteante (como la llaman los títulos iniciales) que parece más una farsa", critica Chase Hutchinson, de Collider.

   "Se nota que Francis Ford Coppola piensa mucho en el Imperio Romano porque su influencia está en todo el mega fracaso que es Megalópolis. Temas de tiempo, historia, legado, civilización, tecnología, política, medios de comunicación y economía se abordan en esta grandiosa pieza cinematográfica bañada por el sol, pero con poca o nula cohesión entre ellos", se une Matt Neglia, miembro de la asociación Critics Choice y de la web Next Best Picture.

   "Es a la vez hiperactiva y sin vida, plagada de actuaciones terribles y un trabajo de efectos visuales poco interesante y de apariencia barata que no logra ni la textura de la realidad analógica ni una reinvención digital completamente radical de la existencia", se lamenta Peter Bradshaw, de The Guardian que asegura que el apasionante proyecto de Coppola está "megainflado" y es "megaaburrido".

   "Me quedo sin palabras con Megalópolis. Si Coppola está contento con eso, ¿supongo que ya es algo? Me voy sintiéndome totalmente trastocado y desconcertado. ¿Cómo es posible que una película de 120 millones parezca tan barata? Sinceramente, no sé cómo se supone que debo hacer una crítica de esta película porque ni siquiera estoy seguro de poder contar cuál es la trama", coincide Luke Hearfield, de The Standard.

   "Es tormentosa y sobrecargada, a menudo desconcertante y demasiado charlatana, citando a Hamlet y La Tempestad, Marco Aurelio y Petrarca, reflexionando sobre el tiempo, la conciencia y el poder hasta un punto que se vuelve pesada. Pero también es agradable, divertida, visualmente deslumbrante e iluminada por una conmovedora esperanza para la humanidad", resume David Rooney, de The Hollywood Reporter.

   "Megalópolis de Francis Ford Coppola es un sueño febril, caótico y psicodélico que hace que las historias del set no puedan ponerse en duda. Me encanta ver a los directores trabajar con una idea, pero el resultado en este caso es una película tan incomprensible que ni siquiera puedo empezar a descomprimirla", coincide Billie Melissa, de Men's Journal. "Es la cosa más loca que he visto en mi vida", la define por su parte Bilge Ebiri, de Vulture y New York Magazine.

   "Es excesiva, irregular pero yo la he disfrutado a lo grande, que alguien se atreva a adaptar La conjuración de Catilina para hablar del futuro y de qué sociedad queremos tiene todo mi respeto", reflexiona Pepa Blanes, de la Cadena SER. "Una vez que dejas atrás el comprensible sueño de que Coppola regresara con otra obra maestra, hay mucho que disfrutar en Megalópolis, especialmente sus miembros de reparto, apoyándose en sus momentos con un abandono que probablemente era requisito laboral", incide Joshua Rothkopf, de The Los Angeles Times.

   "Megalópolis: una de las películas más desconcertantes y creativas jamás realizadas, incoherente pero verdaderamente estimulante. Como una fábula filosófica del canal Syfy mezclada con payasadas de telenovelas de los 90, historia romana y el glamour del viejo Hollywood. Nunca hubo nada igual, la adoré", se posiciona @FilmLandEmpire.

   "Megalópolis: una película tonta y ambiciosa que refleja a un gran artista que ha perdido gran parte de la sensibilidad creativa que lo hizo profundo. Una inmersión superficial, tonta, lasciva, a veces hermosa, a veces de apariencia completamente falsa, en lo que equivaldría a un Southland Tales de Coppola", cuenta Luke Hicks, de The Film Stage.

   "Megalópolis es la utopía roussoniana que imagina Coppola para la 'nueva Roma', el fin del imperio americano y su resurgimiento. Una utopía sumamente frágil, al borde del cataclismo, el proyecto de vida de un cineasta sin complejos que ha dado un sublime salto sin red...", sentencia Carlos Reviriego, de El Cultural.

APLAUSOS AL DIRECTOR

   A pesar de que la crítica esté tan dividida y las opiniones sean dispares y muy extremas, lo que es común es la veneración por uno de los cineastas que más han marcado el último medio siglo de historia del cine. Por ello, tras la proyección de Megalopolis, el auditorio del Grand Lumiere Theatre le dedicó una ovación de 10 minutos.

   Coppola abrazó durante los aplausos a los miembros del reparto, que incluyen a Adam Driver, Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza y Giancarlo Esposito. "Todos son mi familia", agradeció el director. "Lo más importante que tenemos, la palabra más hermosa, creo, en cualquier idioma, es esperanza. Y a eso dedico esta película. A la esperanza y a los niños. Hagamos el mundo para los niños", añadió. A su vez, lanzó su sombrero a la multitud que lo vitoreaba.

   Megalópolis es una fábula épica romana ambientada en una América moderna imaginada. La ciudad de Nueva Roma debe cambiar, lo que provoca un conflicto entre César Catilina (Adam Driver), un genio artista que busca saltar hacia un futuro utópico e idealista, y su opositor, el alcalde Franklyn Cicero (Giancarlo Esposito), que sigue comprometido con un statu quo regresivo, perpetuando la codicia, los intereses particulares y la guerra partidista. Dividida entre ellos está la socialité Julia Cicero (Nathalie Emmanuel), la hija del alcalde, cuyo amor por César ha dividido su lealtad, obligándola a descubrir lo que realmente cree que la humanidad merece.

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