MADRID, 18 Jul. (CulturaOcio) -
No son pocos los fans de Harry Potter que se habrán preguntado cuántos Galeones, Sickles y Knuts han tenido que pagar sus protagonistas para poder estudiar en Hogwarts. Y sobre todo, para que todo muggle pueda hacerse una idea más aproximada, cómo se traduce esto en dólares y euros.
Sin embargo, ahora la autora de las aventuras del joven mago ha desvelado que Harry, Ron, Hermione y el resto de alumnos no tienen que preocuparse por el dinero, ya que el precio de la matrícula es cero. Lo ha hecho este viernes a través de su cuenta de Twitter, como respuesta a una seguidora.
Como ha explicado J.K. Rowling, El Ministerio de Magia es el que se encarga de pagar las facturas del Colegio de Magia y Hechicería. Así, todos los jóvenes magos pueden desarrollar- y aprender a controlar- sus poderes, sea cuál sea su situación.
Que no haya una tasa de matrícula sin duda ha ayudado a la familia Weasley para que, desde Bill a Ginny, todos sus hijos hayan podido acudir a Hogwarts. Además, esta dependencia de las autoridades del mundo mágico explicaría también que la odiada Dolores Umbridge pasara -tras una ley- de ocupar un alto cargo en el Ministerio a profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, Suma Inquisidora de Hogwarts y después Directora de la institución.
No obstante, como no puede ser de otro modo, los alumnos sí tienen que adquirir el abundante material personal que usarán en las clases. Además de su varita, el uniforme de la escuela, un caldero o los libros de texto son algunos de los artículos que especifica la carta que reciben los jóvenes magos en su primer año.
Como artículos opcionales, tampoco está mal gastar su dinero en una lechuza para enviar correos a sus familias y amigos o una escoba de último modelo para poder jugar al Quidditch, el deporte más popular en el mundo mágico.