MADRID, 19 Feb. (CulturaOcio) -
Al hablar de cine sobre mafiosos es completamente inevitable mencionar la trilogía de El Padrino como gran referente. En su primera entrega Marlon Brando dejó una de las mejores interpretaciones de la historia con su papel como Don Vito Corleone. Pero si hubo alguien en el set que logró trasladar a la pantalla más realismo a su interpretación ese fue Lenny Montana, el actor que dio vida Luca Brasi. ¿La razón? El actor habría sido realmente un sicario de la mafia.
Tal y como ha revelado un usuario en Reddit, Montana fue miembro de la mafia, uno de sus hombres de acción, para ser más específicos, antes de actuar en el aclamado filme dirigido por Francis Ford Coppola. De hecho, no fue el único miembro del elenco con conexiones reales con los mafiosos, pero la historia de cómo fue elegido, y las posteriores aventuras en el plató, son cuanto menos dignas de mención.
Montana nació en 1926 con el nombre de Leonardo Passafaro, y el italo-estadounidense dio sus primeros pasos en el mundo del espectáculo como luchador profesional en la década de 1950, utilizando el apodo 'The Zebra Kid'. Más tarde tuvo un pequeño papel sin acreditar en el drama Cambio de hábito protagonizado por Elvis Presley y Mary Tyler Moore. Pero no fue esto lo que llamó la atención de Coppola.
En realidad, Montana ya estaba trabajando en el set de El Padrino como el guardaespaldas de un mafioso enviado por la Liga de Derechos Civiles Italo-Americana, así como por la familia criminal de Colombo, para asegurarse que la palabra "Mafia" no fuese pronunciada en ningún momento de la película. Pero cuando el director vio su portentoso físico, supo al instante que había encontrado a su Luca Brasi.
Al parecer, según recoge Cinemablend, el comportamiento irónico y brutal del asesino a suelto se inspiró en las vivencias reales como luchador de Lenny Montana. Sin mucho bagaje en rodajes de nivel, en las escenas que comparte con Don Corleone se dejaron notar los nervios del inexperto intérprete al estar en presencia de una estrella como Marlon Brando. Pese a su truculento pasado, Montana fue bien recibido por todo el elenco... al menos en los momentos en los que su extraño comportamiento no les hacía palidecer de miedo.
Por ejemplo, tal y como relata el productor Gray Fredrickson a Vanity Fair, Montana le regaló a Betty McCartt un reloj con diamantes incrustado de parte de "los niños" (la Mafia), con una nota en la que aconsejaba "no utilizarlo en Florida". Un bonito gesto que mucho distan de las historias que contaba en el set, como por ejemplo el hecho de utilizar tampones empapados en queroseno atados a ratas vivas para provocar incendios.
El Padrino supuso la entrada del inexperto actor en el mundo del cine y la televisión, aunque nunca llegó a superar el éxito de su primer y emblemático personaje. Hizo algunos pequeños papeles, casi todos como miembro de la Mafia, entre los que se incluyen una parodia del propio Luca Brasi en una versión satírica de El Padrino de 1973.
Lenny Montana murió de un ataque al corazón en 1992.