MADRID, 21 Abr. (CulturaOcio) -
Civil War, la nueva película dirigida por Alex Garland, ya está en los cines. Ambientada en un Estados Unidos distópico y sumido en una guerra civil en la que 19 estados se han levantado en armas, la cinta sigue a un equipo de periodistas que viaja por el país en plena escalada del conflicto. La historia termina con una secuencia ambientada en la Casa Blanca, una escena clave, y también algo polémica, que el director ha desgranado.
((ATECIÓN ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
Los momentos finales de la película muestran a Joel (Wagner Moura) y Jessie (Cailee Spaeny) dentro del Despacho Oval mientras las fuerzas occidentales están a punto de matar al presidente. Después de escuchar al presidente decir sus últimas palabras, Joel presencia 'in situ' cómo lo ejecutan. Además, durante los créditos finales, se muestra una última imagen de la película: la fotografía que Jessie toma de un grupo de soldados de pie y sonriendo alrededor del cuerpo del presidente.
Garland explicó que el final de Civil War, y con la inclusión de esta imagen en concreto, quería reflejar lo que la gente recordaría de una guerra en el futuro. "La foto tiene un coste personal (para Jessie), y no solo su coste personal, sino para las personas que la rodean. Pero eso es parte del trato que a veces la gente tiene que hacer para dedicarse a eso", reflexiona en una entrevista concedida a Inverse.
"Dentro de 20 años, ¿cuál sería la imagen que permanecerá de todo esto? Si hubiera una noticia que ilustrara ese momento, ¿cuál sería esa imagen? Esa es la imagen que ella toma", añadió.
La toma final de Civil War implica que los estados que se mantenían leales al Gobierno central han perdido ahora que el presidente está muerto, y su fallecimiento es una forma simbólica de mostrar cómo terminó la guerra.
Contar con la fotografía de Jessie del cuerpo rodeado de soldados como imagen final, se subraya la imparcialidad que se espera que tengan los fotoperiodistas en un momento de guerra. También es un retrato de cómo los periodistas arriesgan sus vidas para documentar una guerra de manera fiel, incluso si eso significa ser un observador pasivo de la violencia.
En todo caso, Civil War no especifica en ningún momento el conflicto o las circunstancias concretas que desataron la guerra civil, más allá de constatar ciertos aspectos como que el presidente es tachado de "fascista" por los 19 estados sublevados, que está en su tercer mandato (algo prohibido actualmente por la constitución estadounidense) y que asumió el control total del país de forma autoritaria, llegando incluso a desmantelar el FBI y bombardear a ciudadanos estadounidenses.
En todo caso, el filme de Garland no especifica si todas o parte de estas medidas las tomó cuando se sublevaron contra el Gobierno central algunos estados... o precisamente los estados se levantaron en armas antes estas medidas.
Los objetivos políticos de facciones como las Fuerzas Occidentales (encabezadas por los estados de Texas y California) y la Alianza de Florida tampoco se especifican más allá de su evidente intento de derrocar y ejecutar al presidente. Así, el fotoperiodismo como hilo conductor en la película ofrece al público una manera de interpretar por sí mismo lo que está sucediendo. La foto final del presidente podría verse como una gran victoria para las Fuerzas Occidentales, pero no resuelve del todo lo que sucederá con Estados Unidos tras su muerte.
Aunque la caída de la Casa Blanca es un hecho, el filme no revela cómo será Estados Unidos una vez terminada la guerra, la imagen final de Jessie es ahora mismo una imagen que puede sufrir diferentes destinos. Conforme pasa el tiempo, la ejecución del presidente podría interpretarse como una gran y heróica victoria o un acto horroroso, dependiendo de cómo evolucione la historia. Ya que la historia, como siempre, la escriben los vencedores y del desenlace de la guerra dependerá cómo se vean estas fotografías en el futuro.
Civil War retrata el periodismo como una práctica de observación, por lo que la foto final puede tener diferentes significados dependiendo de quién la mire.