MADRID, 20 Jul. (CulturaOcio) -
Las películas de terror siempre son un gran reto para los directores, ya que han de encontrar la fórmula para infundir pánico en los espectadores. Corin Hardy, director de La monja, ha dado con la clave del éxito: reconocer que durante un rodaje vio a varios fantasmas a su alrededor, o al menos eso dijo en la Comic Con.
En efecto, qué acongoja más, en un filme, que un realizador que ha entrado en contacto con espíritus. Esto es lo que expresó Hardy en la Comic Con. Sea o no una estrategia de marketing, el cineasta estadounidense reveló a Yahoo Movies que, durante la filmación de La monja en un castillo de Rumanía, observó a dos espectros sentados junto a él.
"Cuando entré en la habitación vi a un par de chicos sentados (en la parte trasera) de la habitación. Supuse que eran del equipo de sonido. Dije: 'Hola'. Y rápidamente di la vuelta, estaba de espaldas a ellos. Estaba mirando a los monitores, a Taissa, a la cámara y fue una escena bastante difícil de coordinar. Tardó aproximadamente una hora", comenzó.
Instantes después reconoció que lo extraño era que solo había una entrada a la habitación, por lo que no habían viso pasar a los individuos. Finalmente, el cineasta explicó que se volvió para preguntarles y... "no había nadie en la habitación. Nunca lo hubo".
Una de las cosas que sería verdaderamente sería que el propio Hardy hubiera tenido una cámara dentro del cuarto. Incluso podría decirse que de haberlo captado podría haberlo incluido como una escena poscréditos dentro de la Monja.
La monja, dirigida por Corin Hardy, y que tiene como demonio al acongojante Valak ya está en cines.