MADRID, 8 Ene. (CulturaOcio) -
Cillian Murphy se alzó con su primer Globo de Oro gracias a su papel como el padre de la bomba atómica en Oppenheimer, la gran triunfadora en la 81. edición de los premios. Y al subir al escenario del Hotel Beverly Hilton de Los Ángeles para recoger su galardón, el actor irlandés dijo una frase que no superó el filtro de la censura televisiva.
Oppenheimer se hizo con los premios a mejor drama, mejor actor de reparto para Robert Downey Jr., mejor banda sonora para Ludwig Gransson, mejor director para Christopher Nolan y mejor actor protagonista para el propio Murphy, cuya deslenguada emoción fue cercenada por los responsables de la gala.
"Soy el puto hombre vivo más afortunado", dijo en una frase de su discurso que fue eliminada de la retransmisión gracias a la "magia" del falso directo. El actor también elogió el talento de Nolan, con el que ha trabajado ya en seis películas durante 20 años, e hizo referencia a la prohibición de sillas durante el rodaje, una de las particularidades más comentadas del cineasta británico.
"La primera vez que pisé un plató de Christopher Nolan supe que era diferente. Me di cuenta por el nivel de rigor, el nivel de concentración, el nivel de dedicación y la ausencia total de opciones de asiento para los actores, de que estaba en manos de un director visionario, de un maestro".
"Una de las cosas más hermosas y vulnerables de ser actor es que no puedes hacerlo solo. Tuvimos el reparto más increíble en esta película. Fue mágico y algunos de ellos están aquí hoy. Emily Blunt, Robert Downey Jr., Matt Damon, Gary Oldman. Gracias por llevarme y sostenerme en esta película", concluyó el actor que dio vida al físico estadounidense Julius Robert Oppenheimer, responsable de la creación de la bomba atómica.