MADRID, 27 Oct. (CulturaOcio - Israel Arias) -
Este fin de semana desembarca en los cines Doctor Strange (Doctor Extraño), la última superproducción de Marvel. El carismático Benedict Cumberbatch protagoniza una película que, pese a volver a relatar los orígenes de otro de los superhéroes del estudio, supone un despliegue de imaginación digital y poderío visual sin precedentes hasta ahora en el universo cinematográfico Marvel.
Scott Derrickson es el responsable de una cinta convencional en su esqueleto argumental, innovadora en sus formas y de vocación mística que se erige en como la casi perfecta carta de presentación del Hechicero Supremo de Marvel en el universo cinematográfico que pueblan Iron Man, Thor, Hulk y compañía. Vengadores... dejar hueco a otra estrella.
BENDITO BENEDICT
Hace casi dos años exactamente el nombre de Benedict Cumberbatch comenzaba a sonar como el elegido por Disney para encarnar al personaje. Meses llevaban ya copado titulares un rosario interminable de nombres entre los que estaban estrellas de la talla de Ewan McGregor, Matthew McConaughey o Jared Leto. Pero el único acercamiento confirmado fue con Joaquin Phoenix, que finalmente rechazó el papel. Bendito Joaquin y, sobre todo, bendito Benedict pensarán ahora los fans de Marvel visto el resultado. Y es que el traje de prepotente cirujano primero y de poderoso hechicero después le sienta como un guante al protagonista de Sherlock.
UNOS ORÍGENES NECESARIOS
¿Alguien necesita ver de nuevo cómo a Peter Parker le pica una araña? ¿O cómo un ratero liquida a los padres de Bruce Wayne a las puertas de un cine? No. Pero en el caso de Stephen Strange, uno de los personajes más poderosos de Marvel, pero que está lejos de contar con la popularidad de otros de los iconos de la Casa de las Ideas, sí que era menester presentar al público menos familiarizado con el universo Marvel su historia. En todo caso, conversión de Stephen Strange en Doctor Extraño es mucho más que únicamente una historia del origen del personaje.
LA PUERTA AL MULTIVERSO MARVEL
Y es que más importante incluso que la puesta de largo del personaje y su conversión en héroe, es la labor pedagógica que algunos pasajes de la cinta realizan para presentar la propia mitología del Doctor Extraño y el encaje que tendrá en el mundo que comparte con Thor, Capitán América, Iron Man y compañía. "Los Vengadores luchan con las amenazas en una dimensión, nosotros protegemos la Tierra de las amenazas místicas que pueblan el multiverso", afirma en un momento la anciana y sabia Tilda Swinton. Es decir, que algunos de los conocimientos que se ponen sobre la mesa en Doctor Strange se antojan de vital importancia para el futuro -infinito, por supuesto- del serial cinematográfico Marvel.
ALGO MÁS QUE PSICODELIA
Desde que el primer tráiler de Doctor Strange viera la luz, "psicodelia" es un término que hemos oído hasta la saciedad para referirse al tono visual de la nueva cinta de Marvel. Pero la valiente y ambiciosa propuesta de Scott Derrickson va más allá, utilizando los efectos digitales para crear, no solo para destruir, compone algunas de las secuencias más poderosas, cautivadoras e imaginativas que se han visto no ya solo en el cine de superhéroes, sino en la gran pantalla... con permiso de Nolan y sus sueños, claro.
GIACCHINO LO HA VUELTO A HACER
Imágenes magnéticas que mejoran el ya excelente nivel visual exhibido por las últimas películas de Marvel y que en el particular que nos ocupa se ven perfectamente apoyadas por la fantástica música de Michael Giacchino. De sus grandiosas partituras podremos disfrutar de nuevo muy pronto, ni más ni menos que en Rogue One: Una historia de Star Wars.
LOS GADGETS MÍSTICOS
El poderoso Ojo de Agamotto o la Capa de Levitación son algunos de los objetos mágicos o, mejor dicho, 'reliquias' tal y como se refieren a ellos los maestros de Kamar-Taj, que toman protagonismo en la primera aventura cinematográfica de Stephen Strange. Pero como bien sabrán aquellos que estén mínimamente familiarizados con el personaje de Stan Lee y Steve Ditko, hay muchos más que, a buen seguro, se irán descubriendo en sucesivas películas. Unos gadgets de primerísimo nivel -y libres de product placement- que para sí quisiera el mismísmo James Bond.
ENTRE HECHIZO Y HECHIZO, CHASCARRILLO
Y entre hechizos, dimensiones oscuras, pliegues de realidad y demás grandilocuentes y místicas alharacas, el guión que firman Jon Spaihts, C. Robert Cargill y el propio Scott Derrickson desliza algunos golpes de humor -aprovechando con acierto la vena más flemática del genial Cumberbatch- que no solo desengrasan, sino que acercan un poco más a la tierra una historia que corría el riesgo de irse por los cerros de Cuarto Milenio y perderse en alguna lejana dimensión.
Y DE PROPINA... (SPOILER)
Dos secuencias post-créditos, como ya suele ser habitual en las producciones de Marvel Studios, ponen la guinda a Doctor Strange. Muy interesantes ambas respecto a lo que puede venir, tanto en el futuro del universo cinematográfico de los Vengadores como en la más que segura segunda aventura de Stephen Strange en solitario. La primera de ellas, por cierto, cuenta además con un genial tono hilarante que la convierten en una auténtica joya.
