MADRID, 24 Ene. (CulturaOcio) -
La película más taquillera de todos los tiempos está dando mucho que hablar desde su estreno el 18 de diciembre. Con la próxima llegada de Rogue One a las carteleras a finales de año las miradas ya están puestas en el futuro de la franquicia galáctica. Sin embargo, la gran pregunta se formula en torno a Rian Johnson -el cual dirigirá el esperado Episodio VIII- y a cómo decidirá enfocar la nueva entrega.
Si algo se ha criticado duramente respecto a El despertar de la Fuerza ha sido ese tono retro a la par de trillado que Abrams ha decidido darle. Se le ha acusado de plagio, de remake, de poca originalidad, de contar una historia ya contada...
Pero para bien o para mal, todo el mundo habla de Star Wars. Quien la ha visto se pregunta quiénes son los nuevos personajes, como continuará la historia, qué tiene la nueva historia que ver con los anteriores episodios... Y quien no la ha visto... Bueno, quien no la ha visto debería verla cuanto antes. A continuación un ranking de los grandes errores sucedidos en El despertar de la Fuerza, que Johnson no debe repetir en el Episodio VIII.
1. SER MUY SIMILAR A OTRO EPISODIO
En general, la nueva entrega de la saga se ve como una especie de collage generado con elementos de las películas clásicas de Star Wars. En un intento de generar 'algo nuevo' que respete la esencia de la saga, J.J. Abrams ha pecado de un exceso de homenaje a las películas de George Lucas, generando una especie de película remachada que en escasas ocasiones logra sorprendernos a lo largo del metraje.
Dicho esto, el Episodio de Johnson no puede conformarse con ser una mezcolanza de otras películas de Star Wars. El Episodio VIII tiene que tratar de ser absolutamente nuevo, con una historia completamente diferente que no haya sido vista hasta la fecha. La originalidad, al fin y al cabo, es el único gancho con el que cuenta el director a la hora de contentar a los fans, tanto veteranos como de nueva incorporación.
2. PERSONAJES BIDIMENSIONALES
Uno de los grandes defectos de la película de Abrams es la superficialidad de sus personajes. Pese a haber presentado a muchos protagonistas con una historia abierta como anticipación de las nuevas películas, los personajes no llegan a calar del mismo modo que calaban los protagonistas de anteriores entregas.
Poe Dameron, por poner un ejemplo, se presenta en la película como 'el mejor piloto de la galaxia', sin embargo no se dice nada más sobre él. Ni de donde viene, ni por qué pelea contra el imperio, nada. Lo mismo ocurre con Rey, quien se muestra muy hábil en todo lo relacionado con la Fuerza, cuando en realidad no tiene ningún tipo de entrenamiento. La unidimensionalidad de los personajes es algo que Johnson deberá corregir en su película, la cual tendrá que aprovechar para profundizar en el pasado (y no tanto en el futuro) de los protagonistas.
3. ESCENAS DE ACCIÓN EN LA NARRACIÓN
Otro de los grandes pecados cometidos por Abrams es el hecho de integrar de manera radical las escenas de acción en la narración. Algo que podría haber quedado realmente interesante a la hora de revisionar la película, se convierte en un error imperdonable en el que las espectaculares escenas de acción no logran destacar por encima del resto del metraje.
A excepción de la lucha final entre Rey y Kylo Ren, el resto de la película mantiene todo el rato la tensión del 'algo espectacular va a pasar', cuando en realidad nunca llega a pasar nada. Y aun así, la escena del enfrentamiento final no es ni de lejos tan espectacular como podría serlo, por ejemplo la batalla contra Darth Maul en Episodio I. Se podrá decir lo que se quiera sobre George Lucas, pero hay que reconocer que sabía mantener la tensión durante las secuencias de acción.
4. UN ARGUMENTO BASADO EN LAS COINCIDENCIAS
Otro de los grandes fallos en el guión de Abrams es la cantidad de coincidencias que se suceden a lo largo del film. Algunos son fácilmente ingnorables -como el hecho de que Finn aterrice justo en Jakku, curiosamente cerca de Rey- mientras que otros se postulan como fallos argumentales imperdonables.
Por ejemplo, el hecho de que Han Solo encuentre el Halcón Milenario poco minutos después de que este despegue parece más una causa de pereza narrativa que una simple coincidencia. Los fans fácilmente se cansarán de la explicación tonta de 'es a causa de la Fuerza' y buscarán respuestas en la nueva entrega. Rian Johnson tendrá que trabajar en cuidar todo lo posible los detalles, con el fin de saciar la incesable curiosidad del público.
5. UN EXCESO DE INCERTIDUMBRES
Uno de los grandes aciertos, que es a su vez un gran desatino, en el despertar de la Fuerza, es la cantidad de preguntas sin respuesta que formula. Está bien generar incertidumbre en el espectador como forma de captar su atención y mantenerle enganchado a la trama. Sin embargo, tal vez son demasiadas las preguntas sin respuesta que el Episodio VII ha dejado en el aire.
El hecho de que cada película vaya a ser escrita y dirigida por un director diferente ya crea cierta controversia, ya que a modo de cadáver exquisito, la historia podrá concurrir por recovecos impredecibles. Por desgracia, en el trabajo de Abrams parece que los huecos vacíos han sido generados por la pereza más que por una intencionalidad narrativa para/con su sucesor. Johnson deberá empezar a dar respuesta a dichas preguntas, si no quiere que el público pierda rápidamente el interés.
6. SALTARSE EXPLICACIONES BÁSICAS / CONTEXTO
Otro de los grandes defectos de El despertar de la Fuerza es el hecho de dar muy pocas explicaciones sobre hechos importantes. Dejando a un lado la incertidumbre acerca de que puede pasar en un futuro con los protagonistas, la película deja grandes huecos argumentales respecto al pasado tanto de los protagonistas como de la propia galaxia.
No se explica, por ejemplo, cuál es la situación de la República 30 años después de lo sucedido en El retorno del Jedi. Del mismo modo no se explica cuál es el auténtico propósito de la Primera Orden, ni cómo espera usar al caballero Ren. O quién ha decidido construir la Base Starkiller. Por no contar la cantidad de cosas que no se mencionan acerca de los personajes. Rian Johnson deberá cuidar mucho más el contexto que rodea a los personajes, con la intención de hacer un universo mucho más rico en detalles e historias, tal y como nos tienen acostumbrados los creadores de la franquicia.
7. NO DAR NI UN SEGUNDO DE RESPIRO
El despertar de la Fuerza, desde el mismo momento en el que arranca, ya no para ni un sólo segundo durante todo el metraje. Éste hecho, que a priori podría ser un gran punto a favor, convierte al film en un producto frívolo, sin transfondo. El hecho de no dar ni una pausa al espectador para asimilar la historia que se está narrando, hace que grandes escenas pasen por delante de nuestros ojos sin pena ni gloria. Rian Johnson deberá gestionar de manera más eficaz los silencios, las pausas y los pequeños detalles. Al fin y al cabo son las pequeñas cosas las que hacen las grandes películas.
8. PRESENTAR A PERSONAJES QUE NO INTERFIEREN EN LA TRAMA
No hay nada más inútil que mantener en pantalla a personajes que en realidad no están haciendo nada. El Episodio VII peca de superficialidad en ese aspecto. Si bien es cierto que volver a ver a los personajes clásicos del universo Star Wars es uno de los grandes alicientes a la hora de ver la película, no se puede depender tanto de ese gancho para recaudar en taquilla.
Algunos grandes conocidos resultan bien insertados en la trama, como los pilotos Rebeldes. Sin embargo hay otros (y podemos nombrar sin tapujos a R2D2) que no juegan ningún papel en la trama. El pobre droide se pasa toda la película en 'ahorro de energía', convirtiéndose más en parte del atrezzo que en el simpático robot al que nos tienen acostumbrado.
Cuando algo es innecesario en la historia, tal vez sea necesario eliminarlo. Rian Johnson tendrá que decidir si prescinde de dichos personajes, o si bien les da un papel más importante a lo largo de la trama. Pero de lo que no hay duda es que dicho error debe ser corregido en la nueva entrega.