MADRID, 16 Dic. (CulturaOcio) -
A tan solo unas horas para el estreno de Avatar: El sentido del agua en los cines, Rusia ha movido ficha para esquivar la sanción que Hollywood impuso para frenar la distribución de sus estrenos tras la invasión a Ucrania por parte de la milicia rusa. Y por lo que parece, la manera de hacerlo es proyectando una versión pirata del filme de James Cameron.
Muchas son las distribuidoras que, como Paramount o Warner Bros. Discovery, han ido cortando los lazos con Rusia tras la invasión a Ucrania ordenada por Vladímir Putin. Y Disney no ha sido una excepción por lo que decidió no estrenar la secuela de Avatar en las salas rusas. Pero según recoge el medio ruso Izvestia, parece que la decisión tomada por la Casa del Ratón, no impedirá que los cines rusos proyecten el blockbuster de ciencia ficción dirigido por Cameron, por lo que las salas proyectarán copias piratas, y por tanto ilegales, del filme.
Sin embargo, dado que esta práctica constituye un delito sobre los derechos de autor de 20th Century Films, filial de Disney, Rusia podría, apunta esta misma información, legalizar de facto esta práctica. Es más, el medio también señala de que la Asociación Rusa de Propietarios de Salas de Cine (ABK) está dispuesta a legalizar la distribución de la película, a pesar de que la secuela de Avatar no se ha estrenado oficialmente en el país.
De hecho, los cines esperan que las copias piratas de la película lleguen a tiempo para el estreno mundial de Avatar: La forma del agua, este viernes 16 de diciembre. Claro que la exhibición de las mismas podría costarles a las salas rusas una gran suma. Y es que, dependiendo de la calidad, cada una de estas copias ilegales puede alcanzar un coste de entre 50.000 rublos y un millón de rublos, el equivalente a 790 dólares y 15.820 dólares, respectivamente.
Debido a este incremento de los precios en la piratería, mientras que algunos cines desembolsarán cuantiosas sumas por proyectar copias piratas en alta calidad de Avatar 2, mientras que otros optarán por proyectar grabaciones de videocámaras, procedentes de otros rincones del mundo, que, además de ser más baratas, son, inevitablemente, de peor calidad. Esta desafortunada decisión, podría suponerles a los propietarios de los cines miles de dólares en sanciones.
Por otra parte, varios cineastas rusos parecen estar disconformes ante el hecho de que Avatar: El sentido del agua llegue a las salas de rusia Rusia. Principalmente debido a que esperaban acaparar la mayor cantidad de público posible en los cines durante las fiestas navideñas estrenando sus propias producciones que tendrían toda la atención ante la ausencia de lanzamientos de fuera que, legalmente, no pueden proyectarse.
No hay que olvidar el hecho de que a pesar de que el gobierno ruso no lleva la regulación de las películas que se exhiben en los cines, el Ministerio de Cultura local exige lo que en Rusia se conoce como PU (Certificado de Distribución) para los estrenos de otros países. Algo que ya no pueden hacer desde que los principales estudios con sede en Moscú decidieron cerrar a cal y canto sus puertas a principios de 2022.
