MADRID, 25 Ago. (CulturaOcio) -
Guillermo del Toro, cineasta conocido por títulos como El laberinto del fauno, La forma del agua o Hellboy, se encuentra actualmente inmerso en la producción de su nueva película, una adaptación de Frankenstein para Netflix protagonizada por Jacob Elordi y Oscar Isaac.
Con motivo del rodaje, el director se alojó por unos días en un hotel de Aberdeen, Escocia y, localizando una habitación que parecía estar encantada, compartió su experiencia en redes sociales, apuntando que sentía la presencia de "algo enfadado y territorial" y demostrando una vez más su fascinación por los fenómenos sobrenaturales.
"Mientras estoy en Aberdeen, me alojo en un antiguo hotel de 1800. Estoy en la habitación más encantada del mismo, que ha sido desalojada esta mañana por una de nuestras productoras. Extraños incidentes eléctricos y físicos la asustaron y la hicieron irse lo antes posible. Manténgase a la espera... si algo sucede voy a informar", escribía del Toro el pasado 20 de agosto en su cuenta de X, antes Twitter.
El cineasta explicaba que siempre busca "las habitaciones más encantadas" pero que solo ha experimentado algo sobrenatural una vez, por lo que tenía sus esperanzas puestas en su estancia en Aberdeen. Tres días después, el director ofrecía noticias de su experiencia a sus seguidores: "Nada ha sucedido todavía pero el ambiente en la habitación es opresivo y no voy a pasar mucho más tiempo allí".
"Puede ser sugestión, pero en este momento me la he quedado, pero estoy durmiendo en otra habitación... Necesito 6 horas de sueño para tener un buen día de rodaje. Paso por allí temprano por la mañana y por la tarde... Pero algo está en esa habitación conmigo...", rezaba la misteriosa publicación de del Toro. El director y guionista mexicano continuó poniendo al día a sus seguidores de X diciendo que la habitación tenía "algo más que vibraciones" y que "había algo furioso y territorial allí".
Con todo, hace apenas unas horas, el director publicaba una foto de la supuesta habitación encantada, al parecer finalizando su estancia en el hotel. "No ha habido sonidos ni apariciones, solo vibraciones opresivas. Habitación 4, voy a volver... La vida no está estructurada, no hay gran final", escribía.