MADRID, 20 Dic. (CulturaOcio) -
Con el estreno de Aquaman y el reino perdido, el Universo Extendido DC, también conocido como Snyderverse, ha llegado a su fin después de una década. La irregular franquicia, caracterizada desde casi su inicio por altibajos y vaivenes, ha tenido su desenlace con la secuela protagonizada por Jason Momoa. Un último filme que, pese a todo, también cuenta con escena post-créditos.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
La secuencia en cuestión no tiene como protagonista al superhéroe titular, sino a su hermano, Orm. El personaje de Patrick Wilson está sentado solo en un restaurante en la bahía y, tal y como le aconsejó su hermano al ensalzar los placeres de la superficie, comiéndose plácidamente una hamburguesa con queso.
Unos segundos después, sobre la mesa aparece correteando una pequeña cucaracha. Tras mirarla, Orm la coge, la mete dentro de la hamburguesa y sigue degustando su comida.
Ese gag cómico es en realidad una referencia a una escena anterior de Aquaman y el reino perdido. En el filme, cuando Orm sale a la superficie por primera vez, su hermano le engaña, asegurándole que las cucarachas son una comida exquisita. El personaje de Wilson, inocente, se come una ante la tan atónita como asqueada mirada de Arthur.
Pese a la broma de Aquaman, parece que a Orm el bocado le resultó delicioso. Así, y pese a comer comida normal como una hamburguesa con queso, no desaprovecha la oportunidad de disfrutar del insecto, que él cree que es un manjar, en cuanto se le presenta la ocasión.
La trascendencia de la escena no va más allá de prolongar un momento presuntamente gracioso del filme. Se trata únicamente de un chiste por parte de Warner Bros. para intentar que el público salga con una sonrisa de la película. A diferencia de proyectos anteriores, no se ha incluido ningún cameo, como el del propio Aquaman en Flash o el de Superman en Black Adam.
Y puesto que es el último filme del DCEU, tampoco se ha incluido ningún momento o diálogo importante que pueda alterar el status quo de la franquicia. El instante final del universo cinematográfico que una vez quiso rivalizar con el de Marvel es, simplemente, una escena del hermano de Aquaman comiéndose una cucaracha. Toda una gran metáfora.