MADRID, 30 Ago. (CulturaOcio) -
'Reminiscencia', el salto al cine de Lisa Joy, cocreadora y guionista de 'Westworld', ya ha llegado a salas españolas. Un distopía medioambiental y política que protagonizan Hugh Jackman, Rebecca Ferguson y Thandiwe Newton. Una apuesta por la ciencia ficción deudora de títulos como 'Blade Runner', 'Gattaca', 'Memento' u 'Origen' y cuyo desenlace busca vincular al filme con el mito de 'Orfeo y Eurídice'.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
La columna vertebral de 'Reminiscencia' es el amor, el que siente Nick Bannister (Jackman) por la misteriosa Mae (Ferguson), y el deseo de saber la verdad sobre su desaparición. Tanto el escenario, un Miami distópico, inundado por las subidas del océano a causa del cambio climático y en el que se narra que ha habido una terrible guerra mundial, como la otra trama de la cinta, relacionada con un caso de corrupción empresarial y administrativa, giran en torno a la búsqueda de Mae.
Porque Mae no era quien decía ser, pues la etérea cantante de un club de jazz fue antes la artista que trabaja en un local de mala muerte perteneciente a un mafioso de origen asiático (Daniel Wu), el cual le enganchó a una droga llamada baca. Alejada de su atormentado pasado, este le visita en Miami, pues Cyrus (Cliff Curtis), un policía corrupto que trabajaba con el capo, consigue encontrarla y le chantajea para que colabore con él.
La misión era justo seducir y enamorar a Nick. En este mundo distópico, es posible revivir nítidamente los recuerdos gracias a una máquina que permite hacer regresiones que pueden vivirse como si sucediesen en realidad. A ese negocio se dedica Nick y su socia Watts (Newton) y se les permite ejercerlo por una colaboración forzada con la policía. Es precisamente esta colaboración la que hace que Nick descubra la verdad sobre Mae, al verse envuelta en un caso relacionado con el mafioso con el que estuvo.
Toda la película gira en torno a descubrir qué hacía y quién era Mae. Así Nick da con las verdaderas intenciones de Mae. Pronto descubre que Mae es una estafadora y que consiguió robarle parte de los recuerdos que guardaba en los archivos. Estos recuerdos le sirven para encontrar a Elsa (Angela Sarafyan), la amante de un poderoso magnate y terrateniente, Walter Sylvan (Brett Cullen), la cual es brutalmente asesinada por Cyrus.
Nick descubre el motivo del asesinato de Elsa. El terrateniente, investigado por corrupción, muere, dejando su herencia no solo al hijo legítimo de su matrimonio, Sebastian (Mojean Aria), sino también al vástago que tuvo con Elsa, el cual es secuestrado por Mae a espaldas de Cyrus.
Gracias a que consigue capturar a Cyrus y le obliga a introducirse en la máquina que evoca los recuerdos, Nick descubre que Mae se enamoró realmente de él y que no secuestró al niño, sino que lo escondió con la amiga que le ayudó a desengancharse cuando llegó a Miami huyendo del mafioso de Nueva Orleans. Aunque también es testigo de su trágico destino. La mujer, sabiendo que Cyrus iba a drogarla con baca para hallar el paradero del muchacho, decide tomarse una sobredosis de la droga y se lanza al vacío. Su suicidio evita que Cyrus descubra el paradero del niño.
El tener a Cyrus secuestrado en la máquina de los recuerdos le permite a Nick descubrir quién dio la orden de matar a Elsa y su hijo. Se descubre así que fue Sebastian el que quiso eliminar a su hermanastro, para así no compartir su herencia. Nick revela el complot a la policía, a la vez que se derrumba al conocer el destino de su amada, la cual, gracias a su amor, se redimió y se convirtió en una heroína anónima.
El final busca hacer un símil entre el amor de Nick y Mae y el de Orfeo y Eurídice. El hombre decide entrar en un coma eterno, que le permita revivir constantemente su amor, como le sucede a Orfeo, el cual busca resucitar a Eurídice pero, al final, no puede por haber mirado hacia atrás. El sueño infinito de Nick, le permite revivir a Mae, pero solo en letargo. Quien acoge su cápsula es Watts, la cual decidió mirar hacia delante, reconciliándose con su hija y dejando el alcohol.
Un final que busca mostrar el poder del amor y de cómo este puede hacer que la persona mire hacia delante, como le pasa a Watts, o quedarse cautivo de los recuerdos del ayer, como le sucede a Nick.