MADRID, 14 Abr. (CulturaOcio) -
Sauron y Saruman son los grandes antagonistas de El Señor de los Anillos. Pero, hay algo que todo seguidor de la Tierra Media no puede evitar preguntarse: ¿qué sucedió con el Señor Oscuro y el Mago Blanco tras su final en el épico relato de J.R.R. Tolkien?
El poder de Annatar, el nombre original de Sauron, estaba vinculado al Anillo Único, de manera que pereció con él cuando Frodo lo arrojó al Monte del Destino para destruirlo. Aunque el momento de su muerte en las novelas difiere con respecto a la trilogía dirigida por Peter Jackson.
Pero este no fue realmente el fin para Sauron ni tampoco para Saruman tras el final de El Señor de Los Anillos. Esto se debe a que, si bien sus formas corpóreas pueden ser destruidas, ambos pertenecen a los seres espirituales conocidos como los Maiar que, al igual que Gandalf, poseen un alma inmortal. Por tanto, no llegan a morir nunca, siendo esta la razón por la que el Señor Oscuro consiguió regresar tras ser derrotado por Isildur en la Segunda Edad del Sol.
En la novela de Tolkien, Sauron, quien se mantuvo encerrado en su torre de Baradûr, fue el primero de los dos en morir tras la destrucción de su preciado Anillo Único. Y los soldados que se encontraban en la Batalla de Morannon fueron testigos de cómo el espíritu de este emergía a través de su cuerpo, tal y como se describe en el capítulo de El retorno del rey, El campo de Cormallen.
Annatar había volcado la mayor parte de su inconmensurable poder en el Anillo Único, de manera que, sin él, se encontraba demasiado debilitado como para tomar un cuerpo nuevo. Es decir, que sobrevivió a su destrucción, pero sin poder hacer nada a su alcance para evitarlo. Pero una línea de El Silmarillion, el enciclopédico libro que es algo así como la Biblia del universo de la Tierra Media, daba a entender que Sauron se reunió con su antiguo maestro, Morgoth.
El destino de Saruman fue bastante parecido al del Señor Oscuro. Tras ser asesinado por Grima Wormtongue en el relato escrito por Tokien, los hobbits vieron trascender el espíritu del mago blanco, aunque, este era algo más pequeño y se asemejaba a una nube gris en lugar de una sombra negra como el de Sauron. Lo que parecía significar que era más débil e incluso menos malvado que aquel a quien servía.
Su esencia trató de dirigirse hacia el oeste, rumbo a Valinor, con la esperanza de poder ser perdonado por sus pecados, sin embargo, fue expulsado del camino por un viento gélido. Aunque en El Señor de los Anillos no se detalla nada más sobre el destino que sufrió el poderoso hechicero, los Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media arrojan algo de luz al respecto.
Así, en sus páginas se revela que "el espíritu de Saruman terminó donde estaba condenado a acabar y a la Tierra Media, ya fuese desnudo o encarnado, nunca volvió". Sin embargo, los Valar son conocidos por dar segundas oportunidades, de manera que, tras la Guerra de la Cólera, le ofrecieron a Sauron la posibilidad de arrepentirse por sus actos, aunque la desestimó.
En el caso de Saruman, su traición fue el crimen que cometió contra los Valar, de tal modo que pudo haberse redimido ante sus ojos y permitirle volver a Valinor. Pero también cabe la posibilidad de que desaprovechase su generosidad como ya hiciera el propio Sauron