MADRID, 25 May. (CulturaOcio) -
Gary Oldman interpretó a Sirius Black, el padrino de Harry Potter (Daniel Radcliffe) en cuatro películas de la saga. Sin embargo, dejó sin palabras a los fans cuando en enero criticó su interpretación y la tachó de "mediocre", algo que ha querido aclarar ahora.
"Creo que mi trabajo es mediocre", confesaba Oldman a su paso por el podcast Happy Sad confused a finales del pasado mes de enero. El actor, ganador del Oscar por su encarnación de Winston Churchill en la cinta El instante más oscuro, sugirió que podría haber interpretado a Sirius Black mucho mejor si hubiera sabido lo que pasaba en los libros de J.K. Rowling, tal como hizo Alan Rickman, quien interpretó al profesor Severus Snape.
Es más, a su reciente paso por el Festival de Cine de Cannes, donde presentaba su nueva película, Parthenope de Paolo Sorrentino, Oldman quiso explicar a qué se refería cuando dijo que su actuación en Harry Potter fue mediocre.
"Lo que pretendía expresar es que, como cualquier artista, actor, pintor, siempre eres hipercrítico con tu propio trabajo. Si no fuese así y estuviese satisfecho con lo que estoy haciendo, eso sería la muerte para mí. Si viese una actuación mía y pensase: 'Dios mío, estoy fantástico en esto', sería un día triste", aseguró.
Por otra parte, el actor protagonista de filmes como Drácula, El quinto elemento o Mank, y de la serie de Apple TV+ Slow Horses, también recordó que había tanto secretismo rodeando a las novelas de J.K. Rowling, que se encontraban "bajo llave". Y, de hecho, aseveró que, de haberlo sabido desde el principio, habría leído los cinco libros para ver el arco de Sirius Black, abordándolo de un modo muy distinto.
"Es posible que lo viese de otra forma y lo afrontase desde un lugar diferente. Por lo que cuando entré en Harry Potter solo tenía la novela del Prisionero de Azkaban y su interpretación de ese hombre. Tenía únicamente un libro de Sirius Black en mi biblioteca. Y eso lo que trataba de decir", aclaraba.
"No digo que sea una película terrible o que yo esté terrible, simplemente me hubiese gustado que las circunstancias fuesen diferentes. Es lo que quería expresar, no quise ser grosero con ninguna de las personas a las que les gusta esta cinta", apostilló Oldman sobre sus anteriores declaraciones, dando a entender que se trataba de ser crítico consigo mismo y no de ofender a los seguidores de Harry Potter tras haber formado parte de ellas desde su debut en 2004 con El prisionero de Azkaban.