MADRID, 6 Ene. (CulturaOcio) -
Fiel a su cita con esa reputación ganada a pulso de incendiario e irreverente, Ricky Gervais abrió la ceremonia de los Globos de Oro, la quinta en la que ejerce como maestro de ceremonias, con un punzante y polémico monólogo inicial. Una puesta de largo en la que Harvey Weinstein, la hipocresía de Hollywood con el cambio climático, el batacazo de Cats, la maratoniana duración de El Irlandés e incluso el suicidio de Jeffrey Epstein fueron protagonistas y que fue censurado hasta dos veces por su contenido explícito.
El primero de los pitidos censores llegó a costa de la adaptación del musical Cats y una broma de cariz homófobo hacia James Corden, uno de sus protagonistas. La segunda ocasión en la que Gervais hizo trabajar a la censura fue cuando se dirigió a todos los futuros premiados de la noche y les mandó, literalmente, "a la mierda".
"El mundo puede ver a James Corden como un gordo marica. También está en la película Cats, pero nadie la vio", señaló Gervais, que también habló de las reseñas de la película: "Las críticas son alucinantes, leí una que decía: 'Lo peor que le ha pasado a los gatos desde los perros'".
De hecho, el cómico continuó con la película de Tom Hooper, esta vez, hablando sobre otra de sus intérpretes: "Hasta Judi Dench defendió la película, diciendo que era el papel que había nacido para interpretar. Porque... No puedo hacer la siguiente broma". "Porque no hay nada que le guste más que tirarse a la alfombra, levantar la pata y lamerse el parrús", continuó ante la conmoción del público.
Entre trago y trago de su ya tradicional cerveza, Gervais realizó su particular recomendación a los ganadores de la noche. "Aceptad vuestro premio, agradecédselo a vuestro agente y a vuestro Dios e iros a la mierda", indicó en la segunda broma censurada. Sus instrucciones se las tomó al pie de la letra Ramy Youssef, mejor actor en una serie de comedia por Ramy, que agradeció el premio a "su Dios" y concluyó con un "Allahu Akbar".