MADRID, 6 Sep. (CulturaOcio) -
El Universo Cinematográfico Marvel cumple ya 15 años y, con más de 30 películas y una decena de series estrenadas, es la franquicia más taquillera de la historia. Pero hubo un tiempo en el que lo que hoy es una máquina imparable de contenido audiovisual e insaciable ejercicio de mercadotecnia estuvo muy cerca de venirse abajo. Y todo por culpa de un ejecutivo llamado Isaac 'Ike' Perlmutter.
Según recoge CBR.com, en un nuevo libro titulado MCU: The Reign of Marvel Studios escrito por Joanna Robinson, Dave Gonzales y Gavin Edwards, se relata cómo fueron los turbulentos días en los que Perlmutter casi echa todo a perder. Este empresario llegó a la junta de Marvel Comics en 1993.
A su vez, poseía la compañía de juguetes Toy Biz. Cuando Marvel Group quebró en 1996, Perlmutter y Avi Arad consiguieron hacerse con su control, fusionándolas en 1998 y convirtiéndolas en Marvel Enterprises. Ike Perlmutter se convirtió en el director ejecutivo, permaneciendo en la compañía hasta este 2023.
En el año 2008 surgió la idea de crear el UCM. Durante aquellos primeros años, Kevin Feige, actual presidente de Marvel Studios, tenía que responder ante un "Comité Creativo" compuesto por escritores de cómics, editores y Alan Fine, mano derecha de Perlmutter. Con ello, el ejecutivo ajustaba su visión sobre lo que tenía que ser una película de superhéroes.
SUPERHÉROES SOLO BLANCOS Y HETEROS
El problema era que las ideas de Perlmutter eran extremadamente conservadoras. Una vez que Marvel Studios comenzó a financiar películas con su propio dinero a partir de Iron Man 2, Perlmutter quiso tomar el control. Y entre sus prioridades estaban aspectos como que los protagonistas fuesen exclusivamente hombres blancos y heterosexuales. Su justificación para defender esta retrógrada perspectiva siempre llevaba aparejadas cifras económicas.
Según Perlmutter, los personajes femeninos no vendían. Por ejemplo, tal y como se recoge en el libro, el ejecutivo prohibía la fabricación de juguetes de heroínas para luego servirse de ello en favor de sus ideales y asegurar que las mujeres no vendían juguetes. A su vez, cuando el personaje de James Rhodes (Máquina de Guerra) cambió de actor de Terrence Howard a Don Cheadle, el empresario afirmó que cualquier actor en el papel tenía "el mismo aspecto". Un comentario hiriente por tratarse del primer superhéroe negro de la compañía.
El libro también describe más de un evento de prensa en el que Perlmutter se opuso a proporcionar bocadillos y refrescos a los periodistas que lo iban a cubrir. Sus planes no eran únicamente por cortar de raíz la diversidad en sus películas, sino por oponerse a casi todo lo que Feige pretendía.
Perlmutter incluso se negó a llevar a cabo Guardianes de la Galaxia o Capitana Marvel, dos de las cintas más exitosas de la franquicia. "Kevin Feige me dijo: 'Escucha, puede que mañana yo ya no esté aquí... [Perlmutter] no cree que nadie vaya a ver una película de superhéroes protagonizada por una mujer'", expresaba Mark Ruffalo, el actor de Hulk, en 2020, sobre el posible despido de Feige. El ejecutivo también se opuso a que Spider-Man fuese introducido en el UCM, ya que no le gustaba que Sony ganase tanto dinero con "su" personaje.
EL PÚBLICO DICTÓ SENTENCIA
A pesar de la llegada de Disney en el año 2009, Perlmutter siguió ejerciendo la misma presión sobre Kevin Feige y los creativos del UCM. Sin embargo, cuando las películas comenzaron a alcanzar cifras escandalosas en taquilla, su poder poco a poco disminuyó. En el año 2015, Feige dejó de responder ante Perlmutter y su comité, a pesar de que este siguió siendo relevante en la compañía.
Fue entonces cuando el UCM pudo al fin despegar definitivamente. Y ya en marzo de 2023, Disney llevó a cabo una importante reestructuración en toda la compañía. Entre los damnificados estuvo Perlmutter, que fue despedido tras más de dos décadas al frente de La Casa de las Ideas en las que casi acaba con los ambiciosos planes de Kevin Feige de crear un gran universo compartido plural para todos los públicos.