MADRID, 17 Sep. (CulturaOcio) -
El diablo a todas horas es el nuevo thriller que está causando sensación en Netflix. Protagonizada por Tom Holland (Spider-Man) y Robert Pattinson (El Faro), esta sórdida película sigue a Marvin Russell, un joven con un duro día a día cargado de dificultades y traumas cuya vida cambia cuando un predicador llega a la ciudad. Una trama oscura y tan cruda que lleva a preguntarse si está inspirada en hechos reales.
(( AVISO: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS ))
La historia de Marvin y el predicador se entremezcla con la de una pareja de asesinos en serie que se dedica a recoger autoestopistas y asesinarlos en lugares abandonados.
Cuando todos los personajes se entrelazan, se crea un hipnótico entramado de familia y odio, de religión y crimen, que está basado en la novela homónima de Donald Ray Pollock. Y si bien no se trata de una de una historia real, sí que cuenta con una gran inspiración en experiencias reales y vivencias propias del autor.
Porque, aunque Pollock no tomó como referencia a ninguna persona ni historia real en concreto, sí que se inspiró en los casos reales que le rodeaban para inspirarse. Ambientada entre los años 50 y 60 en la ciudad de Knockemstiff -el pueblo natal del autor- la intención era captar el tipo de compañerismo y comunidad entre vecinos antes de la llegada de internet y ponerlo en contraste con el "distanciamiento digital" que ha conllevado.
Así, las interacciones entre los personajes que desfilan por El diablo a todas horas son el reflejo de las vivencias del propio Pollock al criarse en un pueblo donde todo el mundo se conocía y todo el mundo se relacionaba. En cuanto a la violencia explícita de la película, representada a través del crimen, la guerra, la venganza o el suicidio, también están inspiradas en hechos traumáticos que vio en primera persona y que marcaron directamente la vida del escritor.
"Escribo mucho sobre violencia porque vi mucha cuando era niño", explicó Pollock en una entrevista con NPR. "No asesinatos, pero sí un par de apuñalamientos y peleas a puñetazos, hombres abusando de mujeres y cosas así. La amenaza de violencia siempre estaba cerca, y le presté mucha atención. Por eso terminó reflejándose en mi trabajo", añadió.
LA RELACIÓN PADRE-HIJO
Otro de los puntos clave de El diablo a todas horas es la compleja relación entre padre e hijo de Willard y Arvin, donde se representa al progenitor como un hombre endurecido por la guerra y a la madre como una mujer amable y gentil. Una dinámica familiar que también es reflejo de la infancia del escritor, aunque a diferencia del protagonista del filme, él no es hijo único.
"Afortunada o desafortunadamente para mí, yo seguí a mi madre", explicó el escritor en una entrevista con NPR. "Cuando era niño, creo que mi padre se sentía decepcionado por no elegirle más a él. Supongo que de ahí viene mi historia. De ahí y de Knockemstiff, donde vi otros muchos padres alcohólicos y alborotadores. Que trataban mal a sus familias. Desde luego, los padres lo pasan mal en mi trabajo", sentenció.
Cuando estaba en lo que él llama "sus días de consumir" -Pollock era, entre otros vicios, alcohólico- explicó en una entrevista con The Nervous Breakdown que "pasaba mucho tiempo en bares y casas donde me parecía, al menos a mí, que la amenaza de que algo malo sucediera siempre estaba flotando en el aire". Algo que ha transcrito en su obra para generar tensión, ya que la violencia puede explotar en el momento más inesperado.
LOS ASESINOS EN SERIE
En cuanto a la historia de Sandy y Carl, los dos asesinos en serie que recogen autoestopistas con la excusa de hacerse una sesión de fotos con ellos, su arco argumental fue lo primero que el autor supo que iba a añadir a su novela. "Hay algo fascinante en ellos", explicó Pollock en otra entrevista con Nailed. "Si en una portada hay una noticia de un asesino en serie y otra de un niño que ha donado su paga al refugio de su barrio, la gente va a leer la historia del asesino".
Para el modus operandi de sus personajes se inspiró en psicópatas reales como John Wayne Gacy, conocido como el payaso asesino, o el famoso Ted Bundy, encarnado reciente por Zack Efron en la película de Netflix Extremadamente cruel, malvado y perverso. Sin embargo, a diferencia de este último, que irradiaba magnetismo y seducción, el autor quiso definir a Carl como un tipo perezoso y no muy atractivo. Y es que, recuerda, salvo Bundy, la mayoría de asesinos en serie no se caracterizan por ser especialmente guapos ni atractivos.
Durante la escritura del libro, Pollock intentó mantenerse alejado de otros grandes personajes del cine y la televisión que también eran asesinos en serie, como los protagonistas de Asesinos Natos, Psicosis o los muchos referentes de la literatura. Pero, como es inevitable, hay historias o al menos paradigmas que siempre se repiten.