MADRID, 12 Ago. (CulturaOcio) -
Oppenheimer lleva tres semanas en cines y su éxito es ya indiscutible. La cinta pasará a la historia como una de las más aclamadas y taquilleras de Christopher Nolan al narrar la vida de Robert Oppenheimer y su fatídica creación de la bomba atómica. Una historia que, sorprendentemente, tiene una singular conexión con Star Wars, concretamente con la película Rogue One.
El primer spin-off de la franquicia galáctica se estrenó en el año 2016. En él se relataba la historia de cómo la joven Jyn Erso se unía a la Alianza Rebelde y se embarcaba en la peligrosa misión de conseguir los planos de la Estrella de la Muerte. Sin embargo, su conexión con Oppenheimer no viene por su protagonista, sino por el padre de esta.
El supervisor de efectos especiales John Knoll, que ha trabajado en Star Wars desde la trilogía de precuelas, fue quien tuvo la idea primigenia de lo que acabaría siendo Rogue One. Y el título que él planteó fue "Destructor de Mundos", la misma frase con la que el padre de la bomba atómica explicó su creación años después, (y que originalmente nace del texto sagrado hindú Bhagavad-gt).
La correlación entre la bomba atómica y la Estrella de la Muerte de Star Wars es muy fácil de encontrar. Se trata de dos armas de destrucción masiva capaces de provocar absolutos genocidios en cuestión de segundos. Pero, además, en Rogue One el padre de Jyn Erso guarda una gran similitud con Robert Oppenheimer.
Galen Erso, interpretado por Mads Mikkelsen, fue un científico que, a las órdenes del Imperio, desarrolló una aterradora tecnología. Sus investigaciones se basaron en los cristales kyber, los mismos que dan poder a las espadas láser. Erso encontró la forma de amplificar esa fuente de energía. Sin embargo, como con Oppenheimer, esto acabó siendo utilizado para crear el arma más mortífera que la galaxia hubiera visto nunca.
Erso trató de abandonar el proyecto al comprender la magnitud del daño que su invención podía causar, pero el Imperio no se lo permitió. Finalmente, también como Oppenheimer, fue considerado un traidor. El destino del personaje ficticio, sin embargo, fue mucho peor, puesto que irónicamente murió en un ataque de los rebeldes a la base imperial en la que se encontraba.
Por fortuna, antes de morir logró colocar un punto débil en la Estrella de la Muerte para que, a la postre, su hija recuperara los planos y Luke Skywalker pudiera hacer estallar la inmensa estación espacial. En Rogue One, la trama de Galen Erso es una de las secundarias, pero su inspiración en la vida de Oppenheimer y en sus remordimientos es claramente visible.
Tanto se inspiraron en la figura y el mito del físico que el título en clave de la producción en sus primeros compases fue Los Álamos, el nombre del laboratorio donde Oppenheimer desarrolló el Proyecto Manhattan. Por último, curiosamente, el director de Rogue One, Gareth Edwards, en el año 2005 había trabajado como artista de efectos especiales en un documental de la BBC titulado Hiroshima.