MADRID, 9 Mar. (CulturaOcio) -
Jean-Claude Van Damme ha confirmado una de las leyendas urbanas sobre su persona: tuvo una pelea con el mismísimo Vladimir Putin. El actor ha afirmado o desmentido varios de los mitos que giran en torno a su figura, entre los que se encuentran el haber sido portero de un bar de Chuck Norris o el verdadero motivo de su salida de la película Depredador.
El actor belga concedió una entrevista a The Hollywood Reporter, con motivo del estreno de su nueva película, We Die Young, en la que desveló que tuvo un enfrentamiento (eso sí, pactado) con el presidente de Rusia. Van Damme comentó que asistió a un encuentro para enfrentarse a Putin, en un evento privado organizado por el líder político.
Van Damme llegó vestido de forma informal, junto con una pequeña bolsa en la que guardaba cacao labial, hilo dental y otros accesorios, como "siempre hace" según comenta. Cuando llegó el presidente ruso, vestido con un traje impecable y rodeado por una docena de escoltas, comenzó la pelea.
"Todos se pusieron de pie. La gente, realmente, lo ama en Rusia. Yo también me levanté", explicó el actor, detallando que, después, Putin se quitó la americana y se arremangó la camisa para el combate. En mitad de la pelea, Van Damme decidió ir a por algo en su bolsa y fue cuando surge algo inesperado. "Voy a coger la bolsa y, de repente, tengo a unos 20 tipos de seguridad acechándome", detalla el intérprete, confesando que reaccionaron así pensando que tenía un arma.
El actor también confirmó otras leyendas urbanas, entre ellas, la de su época como portero de noche del bar que Chuck Norris tiene en Long Beach. "Los estadounidenses son grandes. No tuve ninguna pelea, gracias a Dios. Fui un buen pupilo y muy majo, no ocurrió ningún incidente", revela Van Damme, comentando que entrenaba con Norris tres días a la semana durante esa etapa de su vida.
EL MOTIVO POR EL QUE ABANDONÓ DEPREDADOR
También desveló los verdaderos motivos por lo que abandonó Depredador, la mítica película de 1987, estrenada un año antes de convertirse en una estrella del cine de artes marciales. El actor iba a ser el encargado de meterse en la piel del villano de la cinta, en un traje que era completamente diferente al que se vio la versión final.
"Tenía muchísimo calor, empecé a tener pánico. Estaba con un amigo cuando le dije: Tío, no lo voy a conseguir", detalla Van Damme, explicando que tenía problemas para respirar con el traje de Predator, como también de movilidad. Así que hizo algo sorprendente: enfrentarse al productor de la cinta, algo atrevido teniendo en cuenta que, en ese momento, no era nadie importante en Hollywood.
"Cuando Joel [Silver] me pidió que saltara, sabía que no iba a poder hacerlo. Le dije que era imposible, que íbamos a tener un problema. Tras eso, me reemplazó", explica Van Damme, desvelando los motivos por los que abandonó la exitosa película protagonizada por Arnold Schwarzenegger.
Van Damme también confirmó que él mismo se encargó de volver a montar la película con la que alcanzaría el estrellato en Hollywood, Contacto sangriento. Era tan malo, que el guionista de la cinta, Sheldon Lettich, le llamó y le rogó que fuese a Tailandia, pese que, en ese momento, estaba rodando Kickboxer.
Aunque, antes de empezar a montarla de nuevo, pidió permiso al productor de la cinta, Menahem Golan, que accedió. Lettich también ayudó en el montaje, que contó para la nueva edición con Carl Kress, montador de El coloso en llamas. Gracias a ello, Golan, que pensaba estrenar Contacto sangriento directamente a VHS, decidió darle una oportunidad y pudo verse, inicialmente, en una sala en Nueva York, para después, convertirse en el éxito mítico que convirtió a Van Damme en la gran estrella que es.
Eso sí, el intérprete también ha desmentido otras leyendas urbanas, como aquella en la que, supuestamente, exigió que una cámara solo rodase sus músculos en la cinta Blanco humano. También negó que rechazase aparecer en la primera cinta de Los mercenarios de Stallone porque hubiese una escena en la que perdía contra Jet Li, declarando que no pudo solo por motivos de agenda, ya que fue el villano de la secuela.