MADRID, 11 Jun. (CulturaOcio) -
Johnny Depp no atraviesa su mejor momento. El que fuera una de las estrellas más rutilantes de Hollywood, acumulando títulos como Donnie Brasco, Alicia en el país de las maravillas, Charle y la fábrica de chocolate y reventando la taquilla con cada entrega de Piratas del Caribe, intenta ahora relanzar su carrera, tocada tras la batalla judicial contra su exmujer, Amber Heard, y las acusaciones cruzadas de violencia doméstica. En este contexto, el actor ha querido recordar cómo logró uno de los papeles que le catapultaron a la fama imponiéndose a otros grandes nombres.
Se trata de su rol como Eduardo Manostijeras protagonizando la cinta que en 1990 dirigió Tim Burton, uno de los más icónicos del intérprete. En la cinta, este joven incomprendido y marginado social es acogido por una mujer de su ciudad (Dianne Wiest) tras la muerte de su creador, interpretado por Vincent Pricey, y termina enamorándose de su hija, encarnada por Wynnona Ryder, pese a ser repudiado por el resto de la sociedad.
Tara Wood, directora de documentales sobre cineastas como Tarantino total o 21 años: Richard Linklater, está preparando una docuserie sobre Burton, un proyecto que incluye una entrevista con Depp al haber sido uno de sus actores más recurrentes en sus cintas.
Según ha desvelado People, el protagonista de Sweeney Todd o Sleepy Hollow ha asegurado haberle "robado" éste gótico personaje a Tom Cruise, Tom Hanks e incluso al mismísimo Michael Jackson. "Cruise no estaba lejos de interpretar a Eduardo Manostijeras... de verdad", comentaba Depp en la entrevista en la que también ensalza el subtexto social de la cinta.
"El guión consiguió romper todas las barreras, físicas o no, que tengo en mi interior y se clavó en el núcleo de lo que soy. El texto era precioso. El personaje era precioso. Supongo que lo que me atrajo emocionalmente es que Eduardo era yo. Era exactamente lo que debería estar haciendo", comenta Depp.
Después de su rol en la serie Nuevos policías, en 1987, Depp se vió encasillado como un ídolo adolescente hasta su papel en Cry-Baby (1990), con el cual encontró el camino que quería seguir en la interpretación.
Burton, en aquella época, había estrenado cintas como La gran aventura de Pee-Wee en 1985 y Beetlejuice en 1988, lo que hacía que su próximo gran personaje estuviera muy cotizado dentro de la industria. "No me va a llamar a mi cuando todo Hollywood quiere ese papel", se lamentaba Depp antes de recibir la llamada del cineasta.
"Tim estaba haciendo malabares para el personaje pues todo el mundo le estaba presionando: su agente, el estudio... todos. Así que llamé a mi agente después de leer el guión y le dije: 'Por favor, cancela la reunión, no voy a ir'. Y ella me respondió: '¿Estás loco?'", recordaba el protagonista de Miedo y asco en Las Vegas.
"Era raro porque siempre está esa estúpida voz en tu cabeza que dice: 'Vamos, tío. Solo eres un actor de televisión'. Porque en esa época, eso era todo a lo que podía aspirar", continuó Depp.
Sin embargo, el actor de Charlie y la fábrica de chocolate consiguió finalmente el ansiado papel, consiguiendo así su primera nominación a un Globo de Oro. Desde ese momento, Depp ha colaborado con Burton en muchas más cintas, como Ed Wood (1994), Sleepy Hollow (1999), La novia cadáver (2005), Sweeney Todd: El barbero diabólico de la calle Fleet (2007), Alicia en el país de las maravillas (2010) y Sombras tenebrosas (2012).