MADRID, 4 Mar. (CulturaOcio - Israel Arias) -
El estreno de Logan, la nueva película en solitario de Lobezno, supone el adiós de Hugh Jackman al personaje y a la saga a la que lleva ligado desde hace más de tres lustros. Un filme que marca, por tanto, el fin de una era en el universo cinematográfico de X-Men.
La cinta dirigida por James Mangold llega este fin de semana a los cines y su esperado estreno se presenta, además de como una cinta ineludible para los amantes del cine de superhéroes, como la ocasión ideal para hacer balance y ordenar, de peor a mejor las diez películas de X-Men estrenadas hasta la fecha.
En todas ellas -salvo en Deadpool, que sí cuenta con un genial guiño hacia el mutante de las garras de adamantium- aparece Hugh Jackman que en su adiós está acompañado de Sir Patrick Stewart, que con Logan también se despide de la franquicia y de su emblemático personaje, el profesor Charles Xavier.
X-MEN ORÍGENES: LOBEZNO (2009)
Convertido tras la primera trilogía mutante en la gran estrella del universo X-Men, el Lobezno de Hugh Jackman se ganó el derecho de contar con su saga propia... pero el primer spin-off de no estuvo para nada a la altura. Tras un aceptable prólogo que nos presentaba a Logan en su infancia junto a un inusual hermano, la cinta dirigida por Gavin Hood iba cayendo en barrena acumulando desatino tras desatino. El más grave, quizá, su rídícula versión de Deadpool.
X-MEN: LA DECISIÓN FINAL (2006)
La película que estaba llamada a poner el broche de oro a la primera y apreciable trilogía mutante no respondió a las expectativas. El propio Simon Kinberg, guionista y productor, reconoció recientemente que el gran error estuvo en la misma concepción del filme, al convertir la historia de Fénix Oscura en una suerte de subtrama y no en el elemento principal de la historia. La aparición de Brett Ratner en la dirección en sustitución de Bryan Singer tampoco le sentó nada bien a la tercera película de X-Men.
LOBEZNO INMORTAL (2013)
El primer acercamiento de James Mangold al mutante de las garras de adamantium tuvo como resultado una cinta entretenida pero irregular que, aunque mejoraba en mucho a su predecesora, alternaba grandes momentos con pasajes totalmente prescindibles. Baste como prueba de todo lo anterior que lo mejor de la película es su impactante escena post-créditos.
X-MEN: APOCALIPSIS (2016)
La presentación de una (otra) nueva generación de mutantes, encabezados por la Jean Grey de Sophie Turner cuenta con un buen puñado de escenas visualmente espectaculares y, también, con no pocos agujeros de guión que hacen de esta entrega una cinta más inconsistente incluso que su inmediata y -desde el punto de vista cronológico- más compleja predecesora Días del Futuro Pasado. Una montaña rusa de logros y fiascos mutantes con un villano, el Apocalipsis de Oscar Isaac, totalmente desafortunado. Eso sí, la mejor secuencia, curiosamente, se la anota un en este caso fugaz Lobezno.
X-MEN: DÍAS DEL FUTURO PASADO (2014)
Cambiar el pasado para modificar el curso de la historia y evitar así una guerra que llevará a los mutantes a la extinción. Esta premisa sirvió como coartada perfecta para juntar a dos generaciones de mutantes con Lobezno, de nuevo Lobezno, como puente. Un filme que supuso el regreso de Bryan Singer a la saga mutante, y al cine de superhéroes tras ese monumental fiasco que fue Superman Returns. Un divertimiento de calidad técnica envidable que alcanza su punto álgido en la secuencia protagonizada por Quicksilver en el Pentágono.
X-MEN (2000)
El nuevo milenio trajo la primera película del universo mutante. Piedra angular sobre la que Fox edificaría su saga más exitosa, y una de las franquicias del cine más lucrativas de la historia, la tarjeta de presentación de de X-Men se sustentaba en un buen puñado de secuencias espectaculares que hicieron las delicias de varias generaciones que creían que aquello solo era posible en los cómics -o en la memorable serie de animación- y en el carisma de su trío de estrellas: Sir Ian McKellen (Magneto) Sir Patrick Stewart (Charles Xavier) y el entonces desconocido Hugh Jackman (Lobezno). Un gran arranque.
X-MEN 2 (2003)
Una secuela que mejora incluso el buen tono ofrecido por antecesora: Más oscura y grave que la primera película, Bryan Singer volvió a capitanear una aventura más espectacular y completa que puso encima de la mesa toda la complejidad y las implicaciones sociales intrínsecas al mundo mutante.
DEADPOOL (2016)
Tras dos sonoros fiascos superheroicos -el primero encarnando precisamente a un irrisorio e inexplicablemente mudo Deadpool y el segundo con la muy mejorable película de Linterna Verde- Ryan Reynolds se resarció con la película de superhéroes más gamberra y más divertida de la historia. Gracias a la magia de las redes y a una (bendita) filtración interesada consigió protagonizar un filme que lleva la obscenidad y la violencia extrema por bandera. El mercenario del traje rojo reportó a Fox el primer taquillazo con calificación R del género y redefinió las reglas del juego.
X-MEN: PRIMERA GENERACIÓN (2011)
Después de ofrecer su propia visión del género ahora de moda en Kick-Ass, y antes de hacer lo propio con las películas de espías en la también imprescindible Kingsman, Matthew Vaughn se dejó caer por la silla de dirección de la saga mutante de Fox para iniciar la nueva era de los X-Men y obsequiar a los jóvenes Xavier, Magneto y cía con su mejor aventura... hasta la fecha.
LOGAN (2017)
Singular mezcla de road movie, western crepusular y decadente drama familiar... Logan es una película cruda, intensa y con múltiples lecturas. Lobezno nunca lució más auténtico que en esta cinta de James Mangold, la magistral despedida que el personaje y Hugh Jackman se merecían. Sin duda alguna el mejor filme del universo mutante y, muy posiblemente, la mejor película de superhéroes desde El caballero oscuro.