Por David Gallardo
Descalzo y mordisqueando un palillo. Así atiende a la prensa Lars Ulrich, encantado de presentar la película en 3D 'Metallica: Through the Never', estrenada a finales de septiembre en Estados Unidos y que poco a poco va llegando a más países de todo el mundo.
"La verdad es que soy una persona que tiene pocas vergüenzas. Te vas acostumbrando a que te estás quedando calvo, a que tienes papada y un acento danés raro. Entonces te da todo igual y te lo pasas genial cuando te ves en la pantalla", ha explicado a CulturaOcio el baterista, para después admitir que es "divertido, absurdo y un poco abrumador verte tan grande en la pantalla".
'Metallica: Through the Never' va más allá de la mera filmación de un concierto en vivo. Así, mientras se desarrolla el recital, un miembro del equipo de la banda interpretado por el actor Dane DeHaan tiene que cumplir un encargo de los músicos por las calles de una ciudad desierta e inóspita envuelta en una incendiaria reyerta.
Lo cierto es que una de las primeras preguntas que el espectador se hace al salir de la sala es para qué demonios se ha complicado la banda metiendo una trama paralela en la película, contratando a un actor como DeHaan, y haciéndose con los servicios como director y guionista de Nimród Antal.
Porque visualmente, las peripecias de este 'pipa' de tres al cuarto están muy trabajadas, pero tal vez habría sido suficiente con filmar un videoclip resumen para ofrecerlo aparte como extra para los fanáticos, siempre encantados de recibir cualquier tipo de material de la banda. Pero las cosas como son: aportar lo que se dice aportar, no aporta a la trama.
CARA A CARA CON METALLICA
Y es que el gancho de 'Through the Never' es, como no podría ser de otra manera, ver a Metallica cara a cara, apenas a un par de centímetros. Poder escudriñar el rostro del vocalista James Hetfield y casi contarle las marcas de los granos de la cara, o temer por un momento que vayan a estallar las venas de los bíceps del bajista Robert Trujillo.
Esa es la clave, la filmación de un concierto de Metallica en la distancia más ultra corta que quepa imaginar. El sueño de todo fan, que además puede disfrutar de las canciones que (casi) nunca faltan en sus recitales, como 'Creeping Death', 'For Whom the Bell Tolls', 'Fuel', 'One', 'Cyanide', '...And Justice for All', 'Master of Puppets', 'Battery', 'Nothing Else Matters', 'Enter Sandman' o 'Hit the Lights'. Y con 'Orion' como bonus track durante los créditos.
Más allá de estas consideraciones, hay que admitir que el resultado es una película de una "magnitud brutal", de cuya proyección Ulrich espera que los fans salgan "felices, entretenidos, divertidos, contentos y con ganas de volver a verla de nuevo". "Yo la he visto ya como 9.000 veces y cada vez veo cosas nuevas y me centro en cosas distintas", ha asegurado, antes de agregar: "Me gustaría que el público sintiera que ha tenido otra oportunidad de interactuar con Metallica de forma diferente".
Para Ulrich, el 3D es "otra manera de que los fans interactúen con Metallica", pero que no va a sustituir a los directos a pesar de su realismo: "Que los grupos se metan a hacer cine no significa que vayan a dejar de hacer directos. Desde luego, Metallica no va a dejar de hacer giras".
Por último, el baterista ha planteado que "el mundo cada vez se hace más pequeño, y muchos nuevos países se abren a la música en directo, como China, Indonesia o Emiratos Árabes". "Eso es positivo, aunque quizás no podamos tocar con la misma frecuencia en Londres, París o Madrid, por lo que hay que aportar otros canales", ha finalizado.
Mira el vídeo de Lars Ulrich hablando sobre la película AQUÍ.