MADRID, 20 Feb. (CulturaOcio) -
La secuela del clásico de 1988, Bitelchús (Beetlejuice), verá al fin la luz en cines el próximo mes de septiembre con el regreso de Tim Burton como director y Michael Keaton como protagonista. Una continuación que, destaca el actor que encarna al deslenguado espectro protagonista, apuesta por el cine artesanal en estos tiempos en los que el CGI y pantallas de croma verde imperan en todo tipo de producciones.
"La cosa en la que coincidimos [Burton y yo] muy, muy, muy pronto, desde el principio es, que si lo volvíamos a hacer, yo no estaba interesado en absoluto en hacer algo con mucha tecnología de por medio", declaró el actor en una entrevista concedida a la revista People en la que destacó que recuperar la esencia artesanal de la primera entrega fue un consenso al que pronto llegó con Burton.
También recordó la escena en la que su cabeza menguaba en la primera entrega, exponiéndola como argumento contra la tecnología: "Lo que lo hizo divertido fue ver a alguien en una esquina sujetando algo para ti y pensar que la gente estaba ahí trabajando para que todo saliera bien".
La película verá la luz el 6 de septiembre tras muchas revisiones por parte de Keaton y Burton y muchos intentos de relanzar el proyecto desde 1990 con guiones sin terminar y conflictos en las agendas de los actores. "Hay que hacerlo bien. Si no, es mejor no hacerlo", enfatiza el actor, consciente de la presión que conllevar revivir este clásico. Keaton y Burton llevaban sin trabajar juntos desde Batman vuelve, la secuela que vio la luz a principios de la década de los 90.
A este dúo se unirán de nuevo Winona Ryder interpretando a Lydia Deetz y Catherine O'Hara como Delia. Contará con la novedad de dos nuevas protagonistas: Jenna Ortega como Astrid Deez, hija de Lydia, y Monica Belluci en el papel de la mujer de Bitelchús. Se suman también Willem Dafoe y Justin Theorux y la música estará compuesta de nuevo por Danny Elfman.
En la cinta original, la trama sigue los deseos de un matrimonio fallecido, Adam (Alec Baldwin) y Barbara (Geena Davis), que intenta hacerle la vida imposible desde el más allá a la nueva familia que se ha instalado en su casa contratando a Biterchús, un espíritu maligno del "no mundo".
En esta nueva entrega la trama se mantiene en secreto, aunque varias filtraciones del set de rodaje han inspirado teorías relacionadas con el regreso de este "exorcista de los vivos" buscando venganza en un escenario que continúa ensalzando la estética tenebrosa de la película de 1988 con cementerios como escenario y el rechazo a la animación por ordenador.