MADRID, 6 Jul. (CulturaOcio) -
El paso de Flash por los cines no ha sido ni mucho menos tan feliz como cabría esperar. Durante meses, numerosas personalidades aseguraban que la película de DC y Warner Bros. era una de las mejores en la historia del género y que revitalizaría a la mermada industria cinematográfica. Sin embargo, los datos de recaudación han sido totalmente opuestos a esas afirmaciones.
En su fin de semana de estreno, Flash tan solo consiguió alcanzar los 55 millones de dólares en Estados Unidos. Una cifra que se quedó muy por debajo de las expectativas que mantenía la compañía. Pero, a diferencia de otros filmes en los que el fenómeno boca a oreja conlleva un incremento en los ingresos en semanas posteriores, con esta cinta no fue así.
El público general no quedó tan encandilado por Flash como se había prometido, y el filme sufrió en su segundo fin de semana un descenso en sus ganancias del 72,5%. Este varapalo fue el mayor en la historia de DC entre el primer y el segundo fin de semana de una película estrenada en cines. Y, tras su tercer fin de semana, los datos continúan empeorando.
El nuevo descenso ha sido de un 62,5% con respecto al ya flojo segundo fin de semana. Unos datos que suponen que, en Estados Unidos, Flash tan solo ha recaudado 5,23 millones de dólares entre viernes y domingo. En total, en el mercado doméstico la película apenas sobrepasa los 100 millones de dólares, cifra que aumenta a los 247 millones en todo el mundo.
La película costó 220 millones de dólares, a lo que hay que sumar cerca de otros 150 millones en gastos de publicidad y marketing, según The Direct. Todo ello, sumado a los porcentajes que se quedan las salas de cine, hace que esté previsto que la cinta llegue a tener unas pérdidas de en torno a 200 millones de dólares, de acuerdo a la misma fuente. Esto la convierte en el mayor fracaso en la historia del cine de superhéroes.
Flash superaría así a ¡Shazam! La Furia de los Dioses, que perdió 150 millones de dólares, y a Wonder Woman 1984, que perdió 100 millones. Estas tres películas encabezan el ranking de mayores fracasos en la historia del género, y las tres pertenecen al Universo DC más reciente. Con estos antecedentes, James Gunn y Peter Safran necesitarán darle la vuelta a la situación con la renovación de la franquicia que han planificado.