MADRID, 8 Sep. (CulturaOcio)
El aterrador universo de Expediente Warren es famoso por llevar a la gran pantalla historias paranormales basadas en casos reales. Estas películas se han nutrido de las investigaciones que los 'cazafantasmas' Ed y Lorraine Warren, dos personajes reales, llevaron acabo e inspiraron la franquicia capitaneada por James Wan.
Sin embargo parece que La Monja 2, la última entrega de la saga que hace las veces de precuela de este espeluznante universo, no está tan anclada a las crónicas de sucesos de antaño como sus antecesoras... aunque sí cuenta con un referente 'histórico' que le sirve de anclaje al folclore esotérico más oscuro.
Y es que, la presencia maligna en la que se centra el filme, y que toma la forma de una monja, bebe de un demonio mitológico conocido como Valak. No obstante, cabe recalcar que la forma en la que el engendro ha sido retratado en el universo de Conjuring no se acerca mucho la mitología original del demonio.
Para empezar, Valak no es una monja, ni una mujer. Según el libro La llave menor de Salomón, uno de los libros de demonología católica más populares publicado en el siglo XVII, y el Diccionario infernal, un volumen ilustrado de demonología, editado en 1863, Valak (también llamado Volac o Valu) "es un espíritu imponente e increíble, con apariencia de un niño con alas de ángel" que monta sobre un dragón de dos cabezas.
Tal y como lo describe uno de los pasajes de La llave menor de Salomón, "su oficio es dar las respuestas verdaderas sobre tesoros escondidos". Valak, además, tiene bajo su mando 38 legiones de demonios.
Según Filmschoolrejects, otras traducciones de estos textos que se remontan al rey Salomón (quien supuestamente conversó con Valak y un sinnúmero de otros demonios), siempre definen a Valak como un cuerpo infantil que monta un dragón de dos cabezas, posee un gran conocimiento y comanda su propia legión demoníaca. No se menciona que sea una monja en ninguna de ellas.
Si el filme protagonizado por Demián Bichir y Taissa Farmiga se ciñe a la mitología, entonces la película debería incluir ejércitos demoníacos, dragones y búsqueda de tesoros (tanto en el sentido físico como metafórico o espiritual). Pero tal y como muestran los adelantos, Valak es un espíritu encarnado en una monja que frecuenta una abadía de Rumanía. Un enfoque que encuentra su percha en la cultura popular ya que Valak es conocido por profanar y tomar el control de miembros de la iglesia, ya sean monjas, sacerdotes e incluso feligreses.
El filme de Corin Hardy se centra en el caso una joven monja de clausura de una abadía rumana se quita la vida. Para investigar lo sucedido, el Vaticano envía a un sacerdote con un pasado tormentoso (Demián Bichir) y a una novicia a punto de tomar sus votos que tiene visiones (Taissa Farmiga).
Valak apareció por primera vez en Expediente Warren 2 y el terrorífico personaje también hace un pequeño cameo al final de Annabelle: Creation. Ahora, tras protagonizar su primera película en 2018, regresa a los cines con su aterradora secuela.