MADRID, 30 Sep. (CulturaOcio) -
Megalópolis, el ansiado y ambicioso proyecto de Francis Ford Coppola, ha fracasado estrepitosamente en su primer fin de semana en salas de cine. El filme protagonizado por Adam Driver Nathalie Emmanuel, Aubrey Plaza y Giancarlo Esposito y con un presupuesto por encima de los 100 millones de dólares se ha estrellado en taquilla, superando las previsiones más pesimistas.
Finalmente, la taquilla ha dictado sentencia sobre el megalómano proyecto del director de la trilogía de El Padrino y Apocalypse Now. En Estados Unidos, Megalópolis ha recaudado la paupérrima suma de 4 millones de dólares en su estreno en un fin de semana encabezado por la cinta de animación Robot Salvaje, que ha amasado 35 millones de dólares.
En comparación con otros sonados fracasos de este 2024, Megalópolis, cuyo presupuesto se estima en torno a los 120 millones de dólares, ha cosechado la mitad de reaudación que consiguió Horizon: An American Saga de Kevin Costner e incluso menos que el criticado remake de El Cuervo.
El desinterés del público por lo nuevo de Coppola no entiende de fronteras, ya que, en España el fracaso taquillero ha sido también sonado. Megalópolis no ha conseguido colocarse siquiera entre las diez películas con mayor recaudación, e incluso, ha sido superada por filmes que llevan más de un mes en cartelera como Buffalo Kids u Odio el Verano. Todo en una taquilla en la que Bitelchús Bitelchús sigue reinando casi un mes después de su estreno.
Su discreto paso por el Festival de Cannes, teniendo en cuenta que era el regreso a la dirección de Coppola tras más de una década, auguraba un estreno cuanto menos incierto. El filme había recibido polarizadas críticas, que alababan y criticaban a partes iguales su miscelánea de ideas y carácter sobrecargado. Tras su estreno, Megalópolis tampoco ha triunfado entre aquellos que han acudido a las salas, quienes han otorgado a la cinta una calificación de D+ en Cinemascore.
EL ÚLTIMO MEGADISGUSTO
El descalabro en taquilla en el fin de semana de su estreno es solo la culminación del tortuoso, y polémico, camino que el largometraje de Coppola ha recorrido durante décadas hasta llegar a las salas de cine. Un desorbitado presupuesto, innumerables reescrituras de guion durante casi 30 años y varias acusaciones sobre el propio Coppola de conducta inapropiada durante el rodaje son tan solo algunos de los obstáculos que Megalópolis ha tenido que sortear a lo largo de su producción.
Para sacar adelante este filme, Coppola hipotecó sus bodegas de vino, usando ese dinero para financiar los 120 millones de presupuesto con los que ha contado Megalópolis. Un acto de fe para lograr producir un ansiado proyecto que recuerda al fracaso de otra de las película por las que se jugó su patrimonio allá por 1981, el musical Corazonada.
Por si fuera poco, en mayo de este año, el director fue acusado de intentar besar a algunas de las figurantes durante el rodaje de una secuencia y de cogerlas para que se sentaran en su regazo mientras, vestidas con poca ropa, rodaban una escena de una bacanal en un club nocturno.
Además, para promocionar la cinta en Estados Unidos, Lionsgate lanzó un tráiler que incluía varias críticas negativas que otros de sus apreciados filmes habían recibido en el pasado. Sin embargo, rápidamente salió a la luz que esas valoraciones en realidad eran falsas y la distribuidora retiró el adelanto pidiendo disculpas.