MADRID, 1 Abr. (CulturaOcio) -
Ocho meses después de su lanzamiento global, Oppenheimer por fin se ha estrenado en Japón. Tras triunfar en la última edición de los Oscar, donde logró siete premios incluyendo en de mejor película y mejor dirección, el filme dirigido por Christopher Nolan ha llegado a las salas del país nipón donde Oppenheimer se la estrenado en el país asiático acompañada de un aviso previo alertando de que algunos de los pasajes de la cinta centrada en la figura del padre de la bomba atómica pueden resultar "perturbadores" y pidiendo "comprensión" al público.
Los devastadores bombardeos atómicos que en agosto de 1945 sufrieron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, que dejaron al menos 250.000 muertos, continúan siendo, evidentemente, un tema traumático para la sociedad japonesa.
De hecho, en su estreno el pasado fin de semana, diversas salas de Tokio han colgado carteles con advertencias sobre la naturaleza del filme protagonizado por Cillian Murphy avisando de que "Oppenheimer contiene imágenes y diálogos que implican o aluden a explosiones atómicas" y que ciertos pasajes de la película "pueden resultar perturbadores" por lo que los exhibidores solicitan "comprensión sobre la naturaleza del filme".
Y en el fin de semana de su estreno japonés, en el país asiático han sido muchos los que han acudido a los cines para ver la película que se proclamó como gran vencedora de los Oscar y que, durante su paso por la cartelera del resto del mundo, se convirtió en el biopic más taquillero de la historia del cine. Tanto jóvenes como supervivientes del bombardeo han pasado taquilla para ver la película. Algunos han criticado el filme pero, otros, en cambio, alaban el trabajo de Nolan.
"Creía que la falta de imágenes de supervivientes de la bomba atómica era un punto débil de la película. Pero de hecho, las docenas de escenas de la cinta en las que Oppenheimer habla de esto muestra su conmoción ante la realidad de los bombardeos nucleares. Eso fue suficiente para mi", explicó el profesor Masao Tomonaga, superviviente del bombardeo y director honorífico del hospital de la bomba atómica de Nagasaki de la Cruz Roja japonesa, en declaraciones a The Guardian.
Tomonaga asegura que los supervivientes o hibakusha, como se llaman en Japón, son "muy mayores para la película". Ahora el profesor piensa que son las futuras generaciones las que "tienen que decidir cómo librar al mundo de las armas nucleares".
Es el caso de Shogo Tachiyama, estudiante universitario. "Aprendí mucho de la película, y me ha hecho pensar de nuevo sobre lo que los jóvenes podemos hacer, empezando por insistir en que este tipo de armamento nunca se debería volver a usar", sentencia el joven estudiante, coincidiendo con el pensamiento del profesor Tomonaga.
Sin embargo, Toshiyuki Mimaki, vicepresidente de un grupo de supervivientes, ha sido más crítico con la cinta después de verla en su ciudad natal. "Esperaba ver una escena con el bombardeo a Hiroshima, pero nunca aparecieron", condenaba Mimaki. "Es importante mostrar toda la historia, incluyendo a sus víctimas, si queremos un futuro sin armas nucleares", sentenció el hombre, que tan solo tenía 3 años cuando sucedió el ataque.
LA FIGURA DE OPPENHEIMER COMO FÍSICO
Japón ha sido el único país que ha sufrido un bombardeo nuclear, dejando más de 250.000 muertos entre Hiroshima y Nagasaki. Las críticas que en el país despertaron los memes surgidos al abrigo del fenómeno 'Barbenheimer', con imágenes en las que podía ver al personaje de Margot Robbie junto a una bomba atómica, evidenciaron ya que se trataba de un tema muy sensible para el público nipón. De hecho, Warner tuvo que pedir disculpas por hacerse eco en sus redes sociales de algunos de estos memes.
Aun así, tras el visionado del filme, han sido muchos los espectadores japones que han reconocido el trabajo Nolan y, sobre todo, el de Cillian Murphy, quien ganó el Oscar a mejor actor por su interpretación como J. Robert Oppenheimer. La crisis moral que opacó al personaje por desarrollar un arma usada en población civil marcó el climax de la cinta, y uno de los momentos que más han encajado con la perspectiva del público nipón.
"Soy fan de Christopher Nolan, lo que me dio otra razón además de la localización del cine, de venir a ver la cinta tan pronto como la han estrenado aquí", comenta Mei Kawashima, un joven residente de la ciudad nipona. "Cuando mencionan Hiroshima en la película revolvió algo en mí. Este filme realmente es sobre el hombre que fue Oppenheimer y la manera en la que luchó contra su propia conciencia así que, en ese sentido, hicieron lo correcto en no expandirse demasiado sobre las consecuencias", explica Kawashima.
Este joven no es el único que ha puesto en valor la figura del científico como parte importante de su historia, muchas veces omitido durante la enseñanza. "Aprendemos sobre el bombardeo y sus consecuencias en la escuela, pero no sabemos nada sobre Oppenheimer", añade Tachiyama.
EL LADO JAPONÉS DE LA HISTORIA
Takashi Yamazaki, director del filme ganador de un Oscar por Godzilla: Minus One, también se ha pronunciado sobre Oppenheimer y se aventuró incluso a afirmar en redes sociales que era el momento ideal para mostrar la historia desde la perspectiva japonesa. "Creo que necesitamos una respuesta desde Japón a Oppenheimer. Algún día me gustaría hacer esa película", comentó Yamazaki.
La película ha conseguido más de 2 millones de dólares en su estreno en Japón que acercan a Oppenheimer a la barrera de los 1.000 millones en taquilla, de la que solo la separan ya poco más de 30 millones de dólares. La cinta de Nolan es ya el biopic más taquillero de la historia y una de las producciones de 2023 con más recaudación, aunque lejos de los más de 1.433 millones de dólares en todo el mundo que amasó Barbie.
