MADRID, 3 Abr. (CulturaOcio) -
Dirigida por Jan de Bont, Sandra Bullock protagonizó en 1994 junto a Keanu Reeves la cinta Speed: Máxima potencia y tres años después, una secuela en la que, además de repetir el director y la actriz, también participó Jason Patrick tomando el testigo de Reeves. 25 años después de su estreno, la actriz sigue avergonzándose de haber aceptado participar en la segunda entrega del filme del que ella misma dice: "Ojalá no la hubiera hecho nunca".
Así se refirió Sandra Bullock a su participación en Speed 2: Fuera de control mientras estaba junto a Daniel Radcliffe promocionando su próxima película, La ciudad perdida.
"Conseguí una película a la que nadie se acercó y aún me avergüenza haber estado en ella. Su título es Speed 2. He hablado mucho sobre ello. No tenía sentido. Un Barco lento, ir despacio a una isla", recordaba Bullock en declaraciones a TooFab sobre la cinta en la que la pareja protagonista, intentaba evitar que, durante un crucero por el Caribe, el transatlántico en el que viajan caiga en manos de un chiflado de la informática con peligrosas intenciones.
"Es una cinta que desearía no haber hecho nunca y no hay fans de ella que yo conozca, excepto tú", le espetó la actriz al periodista, quien reconoció declararse fan confeso de la secuela de Speed cuando era adolescente. "Hay cierto amor de culto por Speed 2", prosiguió Radcliffe antes de que Bullock concluyera la entrevista, bromeando con que, tal vez, unas cinco personas contando con él y el reportero de TooFab.
Con un presupuesto de 160 millones de dólares, Speed 2: Fuera de control fue un fracaso en taquilla, recaudando 164 millones de dólares en los cines de todo el mundo. Cifra ampliamente superada por la primera entrega, ya que, la cinta protagonizada por Bullock junto a Keanu Reeves logró recaudar en todo el mundo la nada desdeñable cifra de 350 millones de dólares.