MADRID, 1 Mar. (CulturaOcio) -
Más allá del desconcierto derivado de los problemas técnicos y la frialdad propia de las teleconferencias que hizo la gala más soporífera y encorsetada de lo habitual, la 78. edición de los Globos de Oro dejó también algunos momentos auténticos y dignos de recordar como el chupito de David Fincher o la emotiva intervención de la viuda de Chadwick Boseman. Entre estos últimos hay que destacar, de nuevo, a Jane Fonda que a sus 83 años ofreció uno de los discursos más potentes y combativos de la noche.
La actriz, ganadora de dos premios Oscar, fue una de las pocas protagonistas que no participó en la gala de forma virtual y sí subió al escenario del Beverly Hilton a recoger el premio Cecil B. DeMille en reconocimiento a toda su carrera. Y lo hizo para pronunciar un discurso en su línea, siempre combativa e inconformista, siempre llamando a la acción.
"Somos una comunidad de contadores de historias y en tiempos turbulentos como estos, contar historias siempre ha sido algo esencial", comenzó diciendo la veterana actriz que recordó que las historias que relatan las tramas de películas y series con motores "capaces de cambiar nuestros corazones y nuestras mentes, pueden ayudarnos a vernos desde una perspectiva diferente, a tener empatía, a reconocer que, a pesar de toda nuestra diversidad, ante todo somos seres humanos".
Un arte, ha recordado Fonda, a través de "se crea una nueva energía" capaz de "podamos ver y escuchar lo que antes podríamos haber tenido miedo de ver y escuchar". "A lo largo de mi ya larga vida he visto mucha diversidad, y a veces me ha costado reconocer esa diversidad, pero inevitablemente, si mi corazón está abierto puedo terminar entendiéndola", señaló
En este sentido, la actriz citó algunas de las películas nominadas como 'Judas and the Black Messiah' 'Minari' o 'Nomadland' como ejemplo de una diversidad necesaria y animó a la industria a atreverse sin miedo a contar este tipo de historias.
"Las historias de verdad pueden cambiar a la gente, pero hay una historia en concreto que en nuestro sector nos da miedo escuchar. Es la historia de qué voces escuchar y elevar. La historia de a quién se le ofrece un sitio en la mesa donde se toman decisiones y a quién no se le permite entrar en esa sala", dijo con voz crítica para después señalar que su llamamiento va dirigido también "también a los que deciden qué películas se hacen y cuáles reciben premios".
"Hagamos un esfuerzo para ampliar ese espacio y que todo el mundo pueda alzarse y que todo el mundo tenga la oportunidad de que su historia se escuche y se vea (...) Seamos líderes", sentenció Fonda.