MADRID, 30 Sep. (CulturaOcio) -
Tan solo un día después de que la hija de Paul Walker, Meadow, hiciese pública su demanda contra Porsche, la compañía se ha defendido destacando que la muerte del actor se debió a una "conducción temeraria" y "exceso de velocidad", tal y como señalaron las autoridades.
En su demanda, la familia Walker explicaba que el vehículo deportivo se incendió más de un minuto después del brutal impacto debido a varios defectos de diseño y que el actor murió "quemado vivo" en el interior.
Ante la demanda, el portavoz de Porsche, Calvin Kim, ha asegurado que la compañía aún no ha visto la demanda. "Como ya hemos dicho antes, nos entristece que alguien salga herido en uno de nuestros vehículos, pero creemos en la información de las autoridades y en este caso se establece claramente que el trágico accidente se debió a la conducción temeraria y el exceso de velocidad", añadía en un comunicado recogido por The Wrap.
Así el fabricante alemán de automóviles niega cualquier responsabilidad en el accidente en el que Paul Walker perdió la vida y del que ha sido acusado por Meadow Walker, quien alega que el Carrera GT carece de ciertos elementos de seguridad que podrían haber evitado el accidente o haber permitido salvar la vida de su padre.
FALLOS DE DISEÑO
Casi dos años después de la muerte de Paul Walker, su hija Meadow, ha demandado a Porsche alegando que el coche en el que iba su padre es "muy peligroso y no debería estar en la calle".
Según explica la demanda, el cinturón de seguridad rompió las costillas y la pelvis del actor, que aún seguía con vida, cuando minuto y medio después del choque, el Porsche Carrera GT comenzó a arder con el intérprete aún en su interior.
Además, la familia de Paul Waler sostiene que el vehículo tan solo iba a 114 kilómetros por hora y no a 140 como está señalado en el atestado policial.
La conclusión de la demanda interpuesta contra la empresa alemana es que "el Porsche Carrera GT es un coche peligroso que no debería estar en circulación".