MADRID, 30 Sep. (CulturaOcio) -
Pese a gozar de muchas buenas opiniones, que ensalzan especialmente la colosal interpretación de Ana de Armas, Blonde también está siendo duramente criticada por algunos espectadores. Y es que no son pocos quienes denuncian que, ante la crudeza de muchas de sus escenas en la cinta de Andrew Dominik que relatan los abusos, sexuales y de otra índole, que sufrió la estrella, es "insoportable" y "cruel" además de "sexista" ya que todo está relatado desde una mirada masculina".
La película sobre Marilyn Monroe no se considera un biopic propiamente dicho, ya que está basada en un libro semificticio publicado por Joyce Carol Oates. Y más allá de que el filme de Netflix difumine las líneas entre la vida real de Monroe y la fabulación durante su metraje, está trufada de una serie de escenas de sexo y abusos bastante duras que no han dejado indiferente al público.
La que más revuelo ha generado, y que es la principal razón por la cual Blonde se ha convertido en la primera película de Netflix en recibir la calificación de NC-17 (no recomendada para menores de 17 años) en Estados Unidos, es la explícita escena en la que el entonces presidente, J.F. Kennedy, le fuerza a que le practique sexo oral. Pero también hay otras, como aquella en la que, al principio de su carrera, el personaje interpretado por de Armas es violada por un directivo de cine en su despacho para conseguir un papel.
La crudeza a la hora de representar los abortos sufridos por Marilyn, su al principio incómoda y forzosa relación poliamorosa con Charles Chaplin Jr. y Edward G. Robinson Jr., las agresiones recibidas por parte de madre y de su marido Joe DiMaggio, la forma de tratar el oscuro asunto de su padre... han dejado multitud de reacciones en redes sociales por parte de los espectadores de la cinta.
"He comenzado a ver Blonde, la película sobre Marilyn en Netflix, y está hecha desde una mirada masculina. Lo odio. Está rodada de forma preciosista, pero su contenido no lo es. Obviamente está escrita y dirigida por un hombre, desafortunadamente", asegura una de ellas.
"20 minutos después de Blonde y ya siento que quiero boicotear a Netflix por poner ese crimen de odio absoluto en una 'película' de su plataforma. Vergüenza para todos los involucrados", se queja otra.
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Otro duró incluso menos tiempo: "Llevo 10 minutos de Blonde. Esta es una película que quiere desesperadamente ser la peor película del año. Realmente creo que lo está intentando".
"He tenido la mala suerte de ver Blonde en Netflix la pasada noche y permitidme que os diga que esa película es muy antiabortista, muy sexista y muy explotadora. No puedo recomendarla menos. No la veáis. Las escenas del aborto, en particular, son terribles", explica indignada una usuaria de Netflix.
"Muestra a Marilyn siendo obligada a abortar por primera vez, gritando en la mesa que ha cambiado de opinión y luego alucina al encontrar a un bebé llorando en la casa de su infancia, que está envuelta en llamas. ¿Por alguna razón INEXPLICABLE, la cámara hace una panorámica DENTRO DE SU CANAL VAGINAL", sentencia, refiriéndose a una de las distintas escenas sobre sus abortos.
"La obsesión que tienen los creadores y espectadores masculinos de ver a una mujer violada y maltratada en la pantalla es inquietante", se queja una internauta. "No estoy abogando por no incluir escenas de violación en los medios. Pero se pueden incluir de maneras mucho más sutiles, para que las espectadoras y las víctimas no reciban una bofetada en la cara con ello. Y sí, me refiero a esa película de mierda que es Blonde", continúa.
"El director de Blonde dijo; Voy a hacer una película "from a man's perspective" y voy a presentar a Marilyn como una persona inestable que no sabe lo que quiere, voy a sexualizarla como todo el mundo,no voy a contar su historia y voy añadir embustes & profit from her worst moments", comenta un espectador.
"Ficticio o no, las reacciones violentas de Ana de Armas en Blonde y las horribles escenas de violación solo muestran cómo las personas eligen ignorar a las víctimas de abusos. Las masas prefieren decir que es 'absurdo' e 'imposible de ver' en lugar de abrir los ojos a lo que realmente sucede", reivindica otro.
