MADRID, 28 Jul. (CulturaOcio) -
Oppenheimer, lo nuevo de Christopher Nolan, está impactando a los espectadores con su relato sobre el padre de la bomba atómica. La película explora tanto la vida personal del físico como su papel como director del Proyecto Manhattan, ahondando en aspectos como las consecuencias psicológicas de la creación del arma y el proceso que investigó los vínculos comunistas de su juventud y que terminó apartándole de las actividades científicas del Gobierno estadounidense.
Una densa y compleja historia basada en la novela biográfica 'Prometeo Americano: El triunfo y la tragedia de J. Robert Oppenheimer'. Un libro obra de Kai Bird y Martin J. Sherwin que Christopher Nolan adapta al cine para diseccionar la vida y las contradicciones del eminente científico. Y aunque esté basada en esta biografía, no son pocos quienes se preguntan... ¿Qué es realidad y qué es ficción entre todo lo que relata la película?
¿ENVENENÓ OPPENHEIMER LA MANZANA DE SU PROFESOR?
La escena en la que Oppenheimer inyecta cianuro de potasio, un elemento extremadamente tóxico en la manzana del profesor del laboratorio de Cambridge Patric Blackett es un auténtico misterio. Si bien la novela en la que se basa la cinta, 'Prometeo Americano', afirma que sí lo hizo porque "a Robert le gustaba Blackett y buscaba ansiosamente su aprobación", el nieto real del físico lo ha desmentido.
Charles Oppenheimer ha explicado que esta es la escena que menos le gusta de la película porque "si lees Prometeo Americano con atención, los autores dicen: 'En realidad no sabemos si ocurrió'". Aunque nunca conoció a su abuelo, Charles ha estudiado en profundidad la historia de su familia y remarca que "no hay un solo enemigo o amigo de Robert Oppenheimer que escuchase eso durante su vida y lo considerara cierto".
¿CÓMO MURIÓ JEAN TALTOK?
El 4 de enero de 1944 Jean Taltok, la durante años amante de Oppenheimer a la que vida Florence Pugh, fue encontrada muerta en la bañera. La película recrea el suicidio y la nota que dejó al científico, algo que, según la estricta versión oficial, sucedió tal como relatan Sherwin y Bird en su libro, donde señalan que hay muchas evidencias de que Taltok se suicidara, y así lo recoge Nolan en su filme.
Para empezar, la noche anterior a la tragedia le confesó a una amiga que se sentía "muy deprimida" y sus allegados confirmaron que estaba luchando contra sus tendencias sexuales, mal vistas en aquellos años. Taltok era una mujer profundamente libre y adelantada a su época y pasó varios periodos emocionales inestables antes de suicidarse. Sin embargo, los autores dejan una puerta abierta a la conspiración al considerar que la autopsia halló hidrato de cloral en su cadáver, un sedante que es utilizado para someter a una persona y poder ahogarla.
¿TRATÓ OPPENHEIMER DE REGALAR SU BEBÉ A UN AMIGO?
Una de las escenas más impactantes de la película llega cuando el científico, desesperado por la depresión y el acoholismo que arrastra su mujer, Kitty, lleva a su bebé a la casa de su amigo Haakon Chevalier para "dejárselo una temporada". Si bien Oppenheimer no fue nunca un buen padre, la historia no fue realmente así.
En 1944, una amiga de la bióloga, Pat Sherr, se ocupó de la pequeña Katherine un tiempo debido a la depresión posparto que estaba sufriendo Kitty. Unos meses después, Robert le preguntó a Sherr si podía quedarse con ella porque él "era incapaz de amarla", algo que ella rechazó sin miramientos. Sherr contó a los autores del libro que en su momento creyó que "el quería que le diera el trato justo que sintió que no podía dar".
¿ERA ALCOHÓLICA KITTY OPPENHEIMER?
Christopher Nolan no desarrolla demasiado muchos de los personajes secundarios de esta densa historia, pero lo que ha quedado claro sobre Kitty Oppenheimer es que era una mujer con gusto por el alcohol y de mal carácter. Los testimonios sobre la bióloga en 'Prometeo americano' no son demasiado favorecedores (su cuñada decía que era "malvada") y muchos de ellos destacan que bebía demasiado.
Aún así, sus problemas con la bebida, según describen los autores, no llegaron hasta después de la guerra, cuando Robert se instaló en Princeton. Kitty "encontraba imposible encajar en el rígido ambiente de la alta sociedad de la pequeña ciudad", indican. Tampoco se menciona nunca en la película, sí en el libro, que el propio Oppenheimer no estaba cerca de ser abstemio y bebía con placer, además de escribir que "Oppie emborrachaba a todo el mundo a conciencia".
¿TEMÍAN LOS CIENTÍFICOS DESTRUIR LA TIERRA CON LA BOMBA ATÓMICA?
Oppenheimer y Leslie Groves (Matt Damon) mantienen una conversación acerca de las posibilidades de que la bomba pudiera incendiar la atmósfera terrestre y destruir toda la vida del planeta. El físico comenta que las probabilidades son "cercanas a cero", pero no se descarta por completo este apocalíptico escenario antes de realizar la prueba Trinity.
En la historia real, este miedo fue planteado por el científico Edward Zeller, que avisó de una posible reacción en cadena de nitrógeno imparable en la atmósfera. El físico Hans Bethe llegó a la conclusión de que la probabilidad del desastre total era casi nula, pero aún así la escena de tensión de la prueba muestra cómo los participantes del Proyecto Manhattan temían un posible apocalipsis nuclear.
¿TRINITY FUE REALMENTE ASÍ?
La tensa escena de la prueba Trinity en la película de Christopher Nolan es, según explica Kai Bird, "totalmente precisa". Es incluso exacta la distancia descrita, que fue de "10.000 yardas (9.144 metros) desde el lugar de la bomba".
El cineasta británico planteó la secuencia basándose en los registros que describen la histórica prueba. "En la película se ve a (Edward) Teller poniéndose crema solar y gafas oscuras, y Richard Feynman sí pasó de ponerse gafas porque dijo que el parabrisas del camión en el que estaba sentado sería suficiente protección", afirma Bird, confirmando que la secuencia es fiel a la realidad.
¿OPPENHEIMER DECIDIÓ DONDE LANZAR LAS BOMBAS?
Una de las escenas más inquietantes de Oppenheimer encierra a varios mandos militares de los Estados Unidos junto a los científicos más relevantes del Proyecto Manhattan para debatir acerca de la ciudad japonesa donde se lanzarían las bombas que acabarían destruyendo Hiroshima y Nagasaki. Esta conversación está basada directamente en el archivo oficial de la reunión. Lo que cuenta la película sobre la posición de Oppenheimer es real.
El físico, manteniendo su ambiguo carácter, estaba de acuerdo con la posición de Niels Bohr de que la bomba debía dar paso a una era de apertura y cooperación internacional, pero en la práctica se puso de lado de los bandos militares argumentando que no era responsabilidad de los científicos decidir cómo debía utilizarse el arma. En la reunión, no apoyó el intento del físico Leo Szilard de disuadir a los militares para que la bomba no fuera lanzada sobre la población civil japonesa.
¿ES REAL LA CONVERSACIÓN ENTRE OPPENHEIMER Y EINSTEIN?
Los diálogos entre estas dos grandes figuras de la ciencia han sido inventados para la película por Christopher Nolan para, de alguna manera, otorgar al popular físico alemán el centro moral y científico de la cinta. Robert acude a ver a Einstein para expresarle sus dudas acerca de la bomba y arrepentirse de la grandiosidad del poder que ha desatado para el mundo.
Si bien ambos sí coincidieron en los años 40 en la Universidad de Princeton y Kai Bird confirma que "tenían oficinas cercanas y seguro que paseaban juntos por el estanque", las conversaciones fueron "algo que Nolan simplemente imaginó", indica el autor.
¿ODIABA LEWIS STRAUSS A OPPENHEIMER?
La relación entre Lewis Strauss y Robert Oppenheimer durante los años en los que el secretario de Comercio de EEUU trabajó con el físico fueron bastante tensos. La biografía del científico cuenta que, aunque al principio reinaba la cordialidad entre ellos, Oppenheimer impidió que Strauss comprara una casa cercana al Instituto y lo humilló públicamente en el Congreso (un momento clave en la trama que la película muestra en varias ocasoines) cuando ambos discreparon sobre la exportación de radioisótopos.
"Oppenheimer se había creado un enemigo peligroso que era poderoso e influyente en todos los campos de la vida profesional de Robert", explicaron los autores del libro. Y así fue. La gota que colmó el vaso fue la oposición del científico al desarrollo de la bomba de hidrógeno, lo que hizo que Strauss se convenciera a sí mismo de que Oppenheimer estaba saboteando el proyecto y poniendo a la comunidad científica en su contra.
¿FUE CLAVE DAVID HILL PARA TUMBAR A STRAUSS?
El juicio en el que Strauss trata de destruir la reputación de Oppenheimer es la mayor desviación de Nolan de la biografía del científico. El libro dedica menos de una página a la venganza del secretario de Comercio y, si bien es verdad que el físico David Hill testificó acerca de la obsesión de Strauss en destruir a Oppenheimer, no fue el único que lo hizo.
El senador por Nuevo México, Clinton Anderson, fue otro de los grandes escollos del filántropo en su proceso contra el científico, en el que, por cierto, el joven senador John F. Kennedy sí voto realmente en contra de Strauss.